CASTELLÓ. Botas de cuero, sombreros de ala ancha, pochos, sonidos de disparos perdidos en un horizonte rugoso, asfixiante, tierra seca, whiskey barato… esa son las primeras imágenes que se te vienen a la cabeza en cuando escuchas los primeros acordes del primer sencillo, Desierto, de los castellonenses Trece perteneciente a su segundo plástico, Gabinete de Crisis. Southern rock facturado desde Castellón. Trece no han salido de la nada, han estado hibernando seis años desde la publicación de su primer álbum homónimo. Tener una banda de rock sigue siendo un ejercicio de sacrificio y amor por el género. El 16 de agosto estará en el Pub Jinete Pálido a las 19 horas.
Quedo con Vite Barreda, vocalista del combo, poco antes de que entre a ensayar en otra de las bandas más interesantes de Castellón, Los Franelas. Nos olvidamos por unos minutos del asunto de la charla y comentamos varias cosas, entre ellas, el pedazo de concierto que se marcaron Digger & The Pussucats en el Concerts al Pinar.
Trece es una banda fundada en 2012. "Veníamos de bandas anteriores, yo empecé tocando en un grupito que se llamaba Milwaukee Five, 2007 o 2008, por ahí, antes de irme a València a estudiar. Ese grupito se acabó, y de ese grupito nos quedamos el batería y yo, que se llamaba Rubén", apunta. Antes de saber cuál fue la estrategia de búsqueda de los componentes esperaba otro método, y no que su respuesta me transportara a los albores de las redes sociales. "Buscamos por Tuenti, fíjate si hace tiempo de esto – señala, Adrián y Simeón se unieron y comenzamos a tocar con esa formación. Rubén se fue, vino Nico, pasamos de llamarnos Milwaukee Five a Dosed, que es una canción de Red Hot Chili Peppers, que nos flipaba mucho", recuerda.
La banda se estaba construyendo, ningún grupo comienza exactamente a como lo ves hoy en día, todos tuvieron un inicio y más nombres en su recámara. "Nos cansamos de ese nombre, nos cansamos de hacer música en inglés, no sé mucho inglés (ríe) y dijimos: vamos a hacer algo en español. Creo que de joven la música inglesa es la que más te sorprende o más te flipa, y de mayor ves que la música en español tiene más sentido para nosotros", dice.
El origen del nombre de la banda
Todo está hilado en Trece, como si de un filamento invisible se tratase. Una especie de consanguinidad musical y geográfica. Una herencia. El nombre del grupo viene de una canción de la banda de Castellón Motel de su elepé Animales de compañía (2009). Antes de su primer, y homónimo álbum, como buena banda de rock quisieron probar cómo sonaban sus canciones grabadas. "Al mes de dejarlo el batería grabamos una maqueta, que también se llamó Trece. Esta maqueta nos la grabó Nacho Ribes, que también ha sido bajista de Motel, en esa maqueta colaboró Fernando Motel tocando los teclados".
El vocalista de Motel colaboró en su primera, y única, maqueta. Debió ser un sueño. Cerrar un círculo. "Para nosotros era tocar con Keith Richard, ¡imagínate!", exclama. De aquella maqueta no queda rastro en internet, quizás algún día estuvo en alguna plataforma, pero se ha convertido el lost media. Sin embargo, de esas canciones surgieron cosas y una canción ha sido regrabada. "Alguna canción se ha recuperado, como Calle Mayor que está en el segundo elepé. Y dos o tres que se han quedado en el olvido, igual algún día las volvemos a sacar y les damos una vueltecita. De momento, se quedó para nosotros, para familia y amigos".
Entre la maqueta y su primer trabajo pasan dos años y algunos cambios en el lineup, la banda necesitaba tiempo para sacar las mejores canciones posibles. "Con el nuevo batería comenzamos a idear lo que sería el nuevo cedé, todavía más rockanrolero. Esos dos años estuvimos grabándolo. Autoeditar algo, supongo a cualquier banda le cuesta, crear una canción de cero, yo lo veo así, yo lo veo asá, darle una vuelta…"
Trece fue un disco autoproducido, valiente y que les dio la oportunidad de tocar con bandas del nivel de Los Zigarros o Tequila, pero antes de eso, había que presentar al retoño en casa. "Creo que lo presentamos en el Veneno Stereo, desde siempre hemos tenido una relación increíble con Aroa y Toni. Nos abrigaron en esos primeros conciertos que no habíamos sacado el cedé ni nada, y siempre han estado a nuestro lado y creo que la presentación fue ahí".
Seis años de pausa
Gabinete de Crisis tarda en salir seis años, en los cuales el grupo parece en standby. "Después del concierto del Arrankapins (27 de julio, 2018) con Tequila, tocamos techo a nivel profesional (risas). El batería se lo dejó, era técnico de sonido, que es lo que le da dinero de verdad (risas), tocar en Trece no. Y Adrián, guitarra, también se fue, estábamos cansados, es complicado poner a cinco personas que vienen de padres y madres…"
No fue el final del grupo, al menos algunos de sus componentes seguían tocando juntos, la amistad no se había resentido. "Los demás decidimos seguir tocando, aunque no fueran nuestras canciones y fueran versiones, pero queríamos seguir viéndonos. A los pocos meses Adrián volvió, y nos tocó fichar nuevamente a un batería. Hemos tenido como seis baterías, por eso hemos estado parados seis años (ríe), juntar a tantas personas es algo difícil".
El actual batería es Andreu Vidal. Con todos esos problemas de idas y venidas que han acarreado en Trece, el título del disco parece autorreferencial. "Desde que lo dejamos hemos estado gestionando una crisis tras otras, a mí me parecía el mejor nombre que se le podía poner al disco. Al final tienes que ser un poco gestor, es complicado llevar un grupo".
Gabinete de Crisis, qué duda cabe, tiene una mejor producción a cargo de Víctor Sorlí. "Las raíces de este disco, lo que hemos escuchado en estos seis años de parón, entre comillas, ha sido esa música sureña, Blackberry Smoke, The Black Crowes. Creo que nos han influenciado mucho para este cedé". Antes de terminar le declaro mi admiración por ese ejercicio de homenaje al cine de Sergio Leone en el videoclip de Desierto. "El videoclip lo hizo Pablo Serrano. Él vio claro lo del desierto, que tenía que ser como un western. Pablo supo captar ese rollo del Spaguetti Western", remata.