CASTELLÓ. Rafa Sánchez, la voz que marcó a toda una generación al frente de La Unión, sigue recorriendo escenarios cuatro décadas después de aquel ‘Lobo hombre en París’ que se convirtió en un himno en cuanto se empezó a pinchar en las emisoras de radio. La inconfundible personalidad en el escenario del cantante llega a Vila-real este sábado (23.00 horas) como plato fuerte del cartel musical de las fiestas patronales. Rafa lleva con “orgullo” formar parte de la memoria colectiva de la gente “porque es algo que me hace sentir muy bien”, aunque asegura estar entusiasmado con mostrar al público sus nuevas composiciones. De hecho, en la propuesta de actuación que presenta cantará las canciones que ha compuesto en solitario que tan bien casan con aquellas que lograron que La Unión fuera una de las bandas que marcó el paso en el panorama musical español de los 90.
— ¿Cómo se explica que, pese a haber más oferta musical que nunca, el público siga fiel a los conciertos de grupos o cantantes que nacieron hace 40 años, como es tu caso?
— Tengo un amigo que dice “canción conocida, canción aplaudida”, y yo, desde mi etapa con La Unión tengo muchos temas que podrían responder a esa frase. Calculo que en el repertorio hay unas 14 canciones, más o menos, que son muy conocidas. Me refiero a ‘Lobo hombre en París’, ‘Sildavia’, ‘Más y más’ o ‘Fueron los celos’. Y eso es lo que verdaderamente influye a la hora de que apetezca ir a un concierto. Una de las claves es justo esa, que las canciones que vas a presentar al público son muy conocidas.
— ¿Cómo se lleva ser parte de la historia del pop de este país?
— Con mucho orgullo. El hecho de formar parte de la memoria de la gente me hace sentir muy bien y muy orgulloso de mi trabajo.

— ¿Uno se acostumbra a disfrutar siempre de la complicidad del público, como te ocurre a ti?
— Sí, es algo muy agradecido. Sobre todo sabiendo que la gente que viene a verme, casi toda, ha seguido de siempre mi trayectoria. Es un público que ya tiene cierta edad. Si se trata de eventos a los que vienen personas más jóvenes, seguramente solo conocerán ‘Lobo hombre en París’. Pero difícilmente saben ni tampoco les resulta familiar la trayectoria de La Unión si se trata de personas de treinta años para abajo.
— Desapareció La Unión y has seguido componiendo y dando conciertos. ¿Es muy distinto tu día a día ahora a cuando estabas en la banda?
— No. Es muy parecida la vida de entonces y la de ahora. Yo estoy siempre componiendo. La diferencia es que ya no lo hago con Luis o con Mario, que desafortunadamente ya no está con nosotros, pero trabajo con otra gente que me aporta una diferente forma de hacer. Y si nos referimos a los conciertos, lo cierto es que tampoco hay tanta diferencia porque parte de la banda que me acompaña lleva conmigo más de 20 años. Es el caso de Fermín Villaescusa en los teclados y Mario Cea en la guitarra y coros. Además, lo que he procurado es tener el mejor sonido, y por eso he buscado a muy buenos instrumentistas. Llevamos celebrados tantos conciertos que somos casi como familia.
Ya no estoy en ninguna discográfica. Trabajo con mi mánager y mi equipo. Juntos lo vamos gestionando
— ¿Cómo ha cambiado tu manera de escuchar música tras la aparición del streaming?
— Ha cambiado radicalmente. De hecho, yo ya no estoy en ninguna discográfica. Trabajo con mi mánager y mi equipo. Juntos lo vamos gestionando. Se venden muy pocos discos, por lo que ya no estoy editando ningún álbum en físico. Lo que hago es ir soltando las composiciones nuevas en plataformas. No tiene nada que ver la situación actual con la de hace unos años. Como te decía, todo ha cambiado radicalmente.
— De hecho, ese pelotazo que supuso ‘Tren de largo recorrido’, el álbum en directo que grabasteis en 1992, hoy sería impensable…
— Totalmente impensable. Hoy en día jamás se podrían vender el número de copias que alcanzó ese disco. Incluso hacer una grabación tan lujosa como aquella que preparamos para audio y para vídeo lo veo inviable ahora. Ten en cuenta que estuvimos trabajando con Peter Gabriel en Real World Studios. Tienes que ser un artista muy grande con millones de seguidores en las redes sociales para contar un presupuesto que te permita editar un trabajo como el que nosotros sacamos en su día con ‘Tren de largo recorrido’.

— ¿Fue el momento de mayor éxito de La Unión?
— Sí. Creo que junto con la edición de ‘Lobo hombre en París’, que fue un éxito y número uno desde el mismo momento en el que salió, ‘Tren de largo recorrido’ fue el otro punto álgido de la carrera de La Unión. Pero ten en cuenta que en el año 2000, cuando empezó a ser muy complicado producir un éxito porque las radios no te pinchaban y ya no había programas en la tele de listas de éxitos más allá de los talent shows, conseguimos alcanzar un número uno con ‘Vuelve el amor’. Reconozco que ese momento fue un tanto atípico.
— ¿Pensabas cuando empezaste que 40 años después estarías dando conciertos?
— Al principio no lo pensaba, porque lo vivía más como un hobby que como otra cosa, pero antes hablábamos del álbum ‘Tren de largo recorrido’, y te diré que fue justo entonces cuando nos dimos cuenta de que si hacíamos bien las cosas, con calidad y con buenos directos, el proyecto de La Unión podía durar bastante. De hecho, por eso le pusimos ese título al disco. Aparte teníamos y tenemos aún la cuartada de los Rolling Stone, que todavía están encima del escenario.
Las últimas composiciones mías en solitario me entusiasman y disfruto viendo al público mientras las interpretamos
— ¿Cuál es tu canción favorita?
— Las últimas composiciones mías en solitario me entusiasman y disfruto viendo al público mientras interpretamos ‘Vístete princesa’ o ‘Vampiros’, pero obviamente, hay temas que son himnos desde los primeros acordes y que forman parte de los inicios de la banda. Me refiero a ‘Lobo hombre en París’ o ‘Sildavia’. Ver la reacción de la gente cuando suenan es un subidón. Entonces, quieras que no, aunque me gusta mucho cantar las últimas canciones mías he de reconocer que me encanta tocar las primeras.