BENICÀSSIM. La reflexión es algo inherente al ser humano. Todos nos preguntamos, replanteamos o reconsideramos cosas. Más o menos importantes. Con mayor o menor frecuencia. Los alumnos de 4º del Grado en Bellas Artes de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV) no son la excepción. Diez de ellos, de la mano de Pedro Vicente, su profesor en la asignatura de Proyectos Fotográficos, lo han hecho sobre la identidad y su construcción. También acerca de cómo se encuentra influenciada y definida por múltiples aspectos, como pueden ser la globalización, la diversidad y la tecnología. El resultado de todo este proceso se llama 'Yo, mí, me, conmigo. Tú, ti, te, contigo' y puede visitarse hasta el 18 de mayo en la Sala Escena.

"Me parece muy interesante el tema de la identidad. Estos jóvenes de 20 y 21 años tienen una manera muy distinta y particular de entenderla y, además, son capaces de reflexionar acerca de cómo se ven en relación a sí mismos pero también en relación a los demás y a la sociedad", cuenta Vicente a Castellón Plaza. La exposición, realizada entre los meses de diciembre y abril, está compuesta por 9 series distintas entre las que hay más de 100 fotografías. 

En ellas, los alumnos se cuestionan aspectos como "su identidad sexual" o "cómo su cuerpo condiciona e influye en su propia identidad, es decir, el cómo les recibe la sociedad en función del cuerpo que tengan y el cómo te catalogan por la primera apariencia", señala el docente. No solo eso, sino que algunos proyectos también abordan "pequeñas circunstancias del pasado que les han marcado, circunstancias que en aquel momento tan solo parecían pequeñas vivencias inocuas pero que, ahora, años más tarde, se encuentran impregnadas en sus cabezas", continúa. 

La ropa es otro de los elementos que determinan sobremanera la construcción de la identidad, es por ello que también hay series dedicadas a su utilización: "Durante  'Yo, mí, me, conmigo. Tú, ti, te, contigo' podemos encontrar colecciones que tratan sobre las distintas maneras en las que utilizamos nuestra imagen. Nos vestimos acorde a cómo queremos que nos perciban y la imagen que queremos causar", detalla Vicente.

Las series expuestas en la Sala Escena son todo trabajos autobiográficos. "Entiendo que uno solo puede trabajar la identidad desde la autoidentidad o la autoreflexión. Entonces, los que aparecen son los propios artistas. No necesariamente tienen porque referirse a ellos mismos, pero sí utilizan su imagen", argumenta el profesor, quien celebra que sus pupilos hayan tenido la posibilidad de "enfrentarse a un contexto real, en el que surgen problemas y fuera de un espacio seguro e idílico como es la universidad".

Un modo de entender a toda una generación

Vicente entiende la exposición no solo como una invitación a los visitantes a construir su propia identidad, sino también como un método de "entender a la generación que en unos años debe gobernar el mundo". "Esta es una generación que no lo ha tenido o no lo está teniendo fácil. Está viviendo cosas que ninguna otra había vivido. Te hablo de fenómenos como el apagón del otro día, la pandemia o la DANA. Es una generación que, además, lo ha tenido todo, que ha tenido muchísimas posibilidades y que, al mismo tiempo, está muy falta de referentes. Este proyecto les vale para ubicarse y situarse en el mundo", defiende. 

No solo eso, sino que el docente destaca que el trabajo realizado y la forma en la que sus alumnos lo han afrontado refleja cuánto ha avanzado la sociedad a lo largo de los años: "En mi generación, no estaba tan presente este concepto de identidad. La sociedad no permitía cuestionárselo, tú eras quien te habían dicho que eras y ya está. Ahora, no. Afortunadamente, hoy en día hay una libertad y una posibilidad de tener la identidad que quieras y de ser quién quieras. Este proyecto ayuda a visibilizar y normalizar esto".

'Yo, mí, me, conmigo. Tú, ti, te, contigo' persigue, como toda muestra de arte, "el objetivo de el espectador sea capaz de entender su propia realidad a través de la del artista", explica Vicente. Misión, que en este caso, el profesor califica como "cumplida", pues "quien vaya a verla se va a sentir identificado. Proyectos como este parten de una experiencia muy personal pero, al mismo tiempo, tocan una muy colectiva y general y ahí es donde reside su calidad", sentencia.