VALÈNCIA. La tarde del 29 de octubre será recordada por mucho tiempo en Paiporta. La Dana golpeó sin clemencia este municipio de la comarca de l'Horta Sud y el Casino fue una víctima directa de su furia. Donde antes se escuchaban risas y conversaciones animadas, el emblemático edificio de Paiporta quedó reducido a escombros tras el temporal, sepultado bajo una gruesa capa de lodo. En definitiva, un panorama del que algunos solo eran capaces de percibir la devastación que había dejado el episodio de gota fría, mientras que otros lo tomaron como una oportunidad para devolver la vida, no solo al edificio, sino también al resto del municipio.
Felicidad Juan, CEO de la escuela gastronómica de València Food&Fun, guarda recuerdos entrañables del Casino, en el que solía pasar tardes interminables con su padre, fallecido este verano. En declaraciones a Valencia Plaza, Juan intenta describir la profunda conexión emocional que siente respecto a este lugar. "Cuando vi el estado del edificio después de la Dana, sentí que no podía quedarme de brazos cruzados. Este lugar es parte de mí, de mi historia y también del tejido que une a Paiporta como comunidad", confiesa a este diario.
Desde el primer momento, la misión de Juan ha trascendido a la 'simple' tarea de restaurar el Casino de Paiporta. Para ella, el proyecto supone una oportunidad de transformar la tragedia en un símbolo de resiliencia. El Casino no solo volverá a abrir sus puertas, sino que lo hará como un espacio completamente renovado, donde la comunidad podrá encontrarse, compartir y "crear un futuro esperanzador". La rehabilitación del histórico edificio es una pieza clave del plan, pero no la única. El Casino de Paiporta albergará un comedor comunitario donde vecinos y voluntarios podrán disfrutar de comidas elaboradas con productos locales, fomentando tanto la economía como la cultura gastronómica de la comarca.