VILA-REAL. El Submarino busca recuperarse de la fuerte caída que ha tenido en la Champions League ante el Pafos, un rival que llegaba en inferioridad deportiva, ya que ni siquiera llenó el banquillo de suplentes por la falta de jugadores.
Un momento muy delicado para el conjunto 'groguet' que, a pesar de estar en una crisis europea, en Liga se encuentra en su mejor momento. Llegan al enfrentamiento siendo terceros, a dos puntos del FC Barcelona, el club que comparte ciudad con el rival de esta jornada número 12: el RCD Espanyol de Barcelona.
Los pericos, por su parte, necesitan los tres puntos para seguir en esa sexta posición que les abre las puertas para la Conference League.
Ambos saben de la importancia de este partido. Unos, los de Marcelino, buscan redimirse y seguir cosechando alegrías; y los otros, los de Manolo González, seguir en esta carrera por las posiciones europeas.

- Pépé, desolado buscando la respuesta en el cielo, en Limasol, Chipre -
- Foto: VILLARREAL
Toca pasar página Champions y enfocarse en lo que suma al equipo
Algo decaído el ambiente por Vila-real por el reciente pinchazo en Europa. Sin embargo, cuando se pone el foco en LaLiga, las cosas cambian. Parece que el equipo tiene una predilección o algún tipo de esencia diferente cuando se enfrenta a otros clubes en la competición doméstica.
Hablar de la situación del Submarino en Champions daría para mucho, pero es momento de que los hombres de Marcelino pongan el "chip" liguero, porque visitan a un Espanyol que no pone las cosas fáciles en su casa.
El club castellonense llega bien a este partido a nivel numérico y posicional. Ocupa la tercera plaza con 23 puntos, seguido de muy cerca por el Atlético de Madrid, con 22, y a dos puntos del FC Barcelona (25). La lectura general no es mala, de hecho, es esperanzadora y genera entusiasmo dentro del vestuario que, como si se pusieran las pilas en LaLiga, siente que esta es su competición.
Los triunfos más recientes fueron ante el Rayo, con un abultado resultado de 4-0; previamente venían de ganar al Valencia en Mestalla (0-2), hecho que no sucedía desde hace años, y empataron contra el Betis en un partido que los castellonenses iban ganando 2-0, hasta que Antony salvó los muebles de los verdiblancos.
La victoria no solo es necesaria para seguir terceros y, por qué no, optar a más, sino para levantar cabeza y aguantarle el ritmo a los del Cholo, que les están pisando los talones.

El Espanyol, lejos de aquel equipo que luchaba por la permanencia
Al equipo de la metrópolis no le va mal: con cinco victorias, tres empates y tres derrotas, ocupa el sexto lugar, una plaza que ofrece la clasificación para la Conference League. Sin embargo, esta no es la motivación de Manolo González, sino que quiere ver al equipo lejos de esa imagen que dio el año pasado.
Estaba en disputa por la permanencia y ahora están celebrando victorias contra equipos como el Atlético de Madrid o contra el Elche, que está firmando una gran temporada.
Los pericos, eso sí, cerraron la jornada pasada con una derrota ante el Alavés, en un partido que terminó 2-1. Previo a ese tropiezo, el Espanyol ganó dos partidos seguidos, ambos contra los recién ascendidos: el Real Oviedo (0-2) y el Elche (1-0).
Pueden estar contentos por Cornellá, ya que han conseguido cuatro de las cinco victorias en casa, además de un empate contra el Valencia y una derrota contra un enrachado Betis.
La cosa no está fácil para Marcelino, que, además de intentar hacer un buen partido y ganar el encuentro, debe levantar los ánimos de todos sus hombres, recordándoles lo bien que lo están haciendo en LaLiga.