VILA-REAL. Otra noche única en el Estadio de la Cerámica, con una numerosa presencia de groguets tanto dentro como fuera del campo. La noche de las estrellas es algo único en Vila-real, y así se ha hecho notar este enfrentamiento entre el Villarreal y el City.

Con una necesidad abrumadora de sumar puntos, Marcelino y los suyos se presentan al encuentro más que mentalizados de que su juego es merecedor de algo más que un punto de seis posibles. Sin embargo, el frente contrario opinaba que este encuentro era de su propiedad.

A gritos de “Rodri, Rodri”, la Cerámica recibía a un jugador de la casa, a un emblemático que sienten como suyo, aunque esté lejos de ellos, en Manchester. El presidente del club le entregaba un galardón único que solo tienen los jugadores que forman parte del paseo de la fama del Villarreal.

Un inicio marcado por los blues: insistentes, dominadores y acertados. Dos goles: uno de Haaland y otro de Bernardo. El segundo sucedía ante la mirada incrédula de Marcelino, que no entendía cómo remataba libre de marca ante Júnior y nadie más.

La segunda parte fue un lavado de cara del Villarreal. Propusieron mucho más que el City, que tuvo que tirar de experiencia para dejar pasar el tiempo en varios momentos de la segunda parte. Aun así, el Villarreal, insuficiente en su tarea, veía cómo los ingleses se llevaban los puntos que tanto necesitaban.

Haaland sigue haciendo de las suyas y el Villarreal se achica ante el City

Como es costumbre para el City, avisaban a Luiz Júnior en el segundo 27 de lo que le venía encima. Ni medio minuto, que los de Guardiola ya obligaban a estirarse a un frío Luiz Júnior, a quien no le habían dado la oportunidad de tocar el balón con los pies, y que ya estaba estrenando sus manoplas en esta titularidad en medio del culebrón Arnau-Júnior.

Justamente remataba Doku, que ha sido el causante de varios dolores de cabeza a Mouriño, hasta el punto de sacarle su peor parte y ganarse una amarilla por protestar, pero eso cerca del pitido de la media parte.

Parecía que el Villarreal iba a proponer algo de juego, cuando Comesaña filtraba un pase estupendo para Mika, pero tras notar un contacto de Nunes, este cede y se cae. Sin embargo, ni el árbitro de campo ni el asistente del VAR han visto algo parecido a un penalti.

Algo raro pasaba en la defensa: falta de comprensión, balones atascados entre las dos piernas, tropezones, marcas sin cubrir. Fruto de los errores defensivos llegaba el primer gol del City en el minuto 17. Cómo no, Haaland se reafirmaba como goleador de los 'blues', en un remate completamente libre de marca. Con ello, el noruego lograba su cuarto gol en tan solo tres partidos. (0-1)

Algo inferior el Villarreal, siempre un paso por detrás en todo el terreno de juego. El Manchester tocaba a gusto del consumidor, mientras el Villarreal seguía el balón con los ojos, pero no metía el pie a no ser que el balón cruzara en diagonal.

No todo eran penas. Pape Gueye probaba un tiro desde la esquina del área de Donnarumma en el minuto 28. La estirada del italiano no habría sido suficiente para parar ese gol, pero el balón se marchaba rozando el palo. Con esto despertaba la Cerámica, algo apagada esta vez ante los de Guardiola.

Cuando el Submarino parecía salir a flote, llegaba el gol de Bernardo Silva en el minuto 40 (0-2). Un jugador de 1,73 m conseguía rematar completamente solo, por delante de Foyth y por detrás de nadie, porque Renato había salido a tapar el centro, olvidando completamente a un jugador al que hay que mantenerle el ojo encima. Quizás la culpa venía de más arriba: del centro del campo, justamente.

Un mediocentro muy apagado. Mucho músculo reunido en el centro de la zaga, eso es innegable, pero faltaba alguien que dirigiera un poco más, alguien que mostrara más carácter y coordinara a los de arriba y a los de abajo. Esta tarea, por galones, le tocaba a Comesaña, que no ha jugado mal en su tarea, pero ha sintonizado con la primera parte para el olvido del Submarino. 

El City atrapado en su propio campo, consigue dormir el partido ante un Submarino venido a más

La segunda parte ha estado cargada de emociones. Al campo saltaban 10 jugadores de la primera parte y Cardona, que sustituía al sancionado Pedraza.

Haaland no estaba dispuesto a perdonar. En el minuto 47 intentaba una chilena, frustrada por la cabeza de Renato. No iba a ser una tarea fácil para el portugés, ya que el noruego no le iba a perdonar ni aun yendo dos goles por encima.

El calor se respiraba en el estadio. Hasta Marcelino desprendía una energía muy visible. Tanto era su excitación en la banda, que un ataque expresivo, provocado por la rabia o por la frustración, le hacía conseguir una amarilla a modo de señal de atención.

Sin embargo, el Villarreal empezó a mostrar algo más que en los primeros 45 minutos. Algo había pasado en el descanso, ya que se les notaba mucho más enérgicos. A pesar de que hombres como Pépé estaban erráticos, el Submarino se plantaba de vez en cuando en el área rival. Pero siempre faltaba algo: un punta de referencia para bajar los balones.

Todo cambia con la entrada de Tani, justamente el '9' que reclamaba el juego amarillo. Bajaba balones, aguantaba de espaldas y luchaba de cabeza.

Empezó a estar más afilado el Villarreal, tanto que Donnarumma empezó a aplicar la del portero que se las sabe todas: aguantar balones con los pies, quedarse en el suelo unos segundos más de lo normal, etc. Una señal de que el City necesitaba un respiro ante el apisonante carácter ofensivo del Submarino.

Lo intentaban todos: Moleiro, recién ingresado, Pépé con una acrobacia, Gueye con un zurdazo, Foyth desde fuera del área. No se le podía echar en cara nada a este Villarreal renovado por momentos.

Pep Guardiola se le veía algo estresado, por lo que decidió sacar dos hombres de arriba para meter piernas frescas atrás. Eso demandaba el juego de los ingleses: un respiro y un último aliento.

Oportunidad de oro de Tani, que remataba directamente al poste. Los “ui” resonaban dentro de la Cerámica. Ayoze, Pépé y Comesaña veían pasar por delante de sus ojos un balón que iba firmado para ser gol, pero no pudo ser.

Tras varios intentos del City y con repetidas paradas de Luiz Júnior que evitaban el tercero de los blues, el árbitro añadía cuatro minutos, de los cuales dejó jugar tan solo tres.

Si bien el Villarreal ha presentado un cambio radical a finales del segundo tiempo, el Manchester City había conseguido anular a todo un equipo que no encontraba prácticamente líneas de pase.

Ficha técnica

0 - Villarreal: Luiz Júnior, Mouriño, Foyth ©, Renato Veiga, Pedraza (Sergi Cardona), Buchanan (Moleiro), Pape Gueye (Parejo), Comesaña (Ayoze), Thomas Partey, Pépé y Mikautadze (Tani). 

2 - City: Donnarumma, Matheus Nunes, John Stones, Rúben Dias, Gvardiol, Nico (Kovacic), Rico Lewis (Reijnders), Bernardo Silva ©, Savinho (Marmoush), Doku (Bobb) y Haaland (Cherki).

Goles: 0-1, min. 17: Haaland. 0-2, min. 40: Bernardo Silva.

Árbitro: Serdar Gözübüyük (Países bajos). Amonesto de amarilla a Pedraza, Moruiño, Gueye, Moleiro y Marcelino, por parte del Villarreal, y a Bernardo Silva y Rúben Dias, por parte del City.

Contexto: Partido de la jornada 3 de la Fase de Liga de la Champions League, en el Estadio de la Cerámica, ante 20.539 espectadores.