VILA-REAL. El Villarreal salía a hacer los deberes. En calidad de 'underdog', el Submarino buscaba sorprender al Atlético de Madrid, por lo menos, con un reparto de puntos. Un planteamiento y un tablero que indicaban unas normas claras: bloque medio compacto, que el juego pase por el medio y cero errores. Justamente este último punto ha sido el que ha provocado un suspenso rotundo para el equipo de García Toral, en vísperas de la Champions League, contra el Tottenham.
No hace falta brillar con luz propia para hacerlo bien; con tal de que el contrario lo haga mal y estés atento, es cuestión de pocos pasos para conseguir tu cometido. Algo así resume lo que ha sucedido en este partido que, lejos de ser un reflejo del futbol del Villarreal, ha sido un castigo a sus propios errores y la consolidación del Atlético como un cuadro que aprovecha los errores.
Un error que condena una primera parte sin brillos
Arrancó la primera parte a un altísimo nivel y velocidad por parte de los dos equipos, pero se notó mucho más cómodo al equipo del Cholo, que formaba su más que clásico 4-4-2, con un detalle que marcó la diferencia: la libertad con la que contó Julián Álvarez, que ejerció de líder de campo, bajando a recibir y subiendo a generar todo el juego rojiblanco.
Marcelino también formó con su 4-4-2, con novedades por todo el campo y mandando al equipo a formar un bloque medio difícil de roer.
El fútbol del Atlético no fue el más rápido ni el más destacado, pero mantuvo los colmillos fuera hasta el último momento de la primera parte. Una atención que fue premiada con un gol en el minuto nueve, fruto de un error estrepitoso de Sergi Cardona, que tiene acostumbrado a Marcelino a una perfección absoluta. El lateral intentó hacer un pase hacia atrás, pero no contaba con que sería interceptado por Barrios, que entregó un pase a Julián dentro del área, y este se lo devolvió dejándolo mano a mano contra Luiz Junior (1-0).
No es raro ver a los colchoneros enchufarse aún más cuando acaban de marcar un gol, además a tanta velocidad y con cierta felicidad. De hecho, en el minuto 13 Giuliano amenazaba, otra vez, la red 'grogueta'.
Aun así, el Villarreal tuvo un repunte de calidad y de oportunidades. Hasta en dos ocasiones pudo empatar el partido Moleiro que, algo impreciso, mandó dos balones rozando el palo de la meta de Oblak.
Quizás el subidón del Submarino se dio más por una bajada de tono del club de la capital, pero a pesar de todo, por un momento parecía que todo volvía a las tablas. Mientras en la mente de los jugadores lamentaban el infortunio que provocó el gol, Buchanan por la banda derecha, Parejo por el centro del campo y el propio Sergi Cardona intentaban hacer su mejor fútbol.
Fue el propio Cardona el que evitó el 2-0 en el minuto 40, interponiéndose entre el balón y la línea de gol. El jugador, que estaba 'endeudado', seguro que respiró agradecido con su acción.

- Sergi Cardona, jugador del Villarreal CF. Foto: LALIGA
Casi empata Pépé con un auténtico misil teledirigido
Una falta en la esquina derecha de la portería de Oblak casi terminó en un golazo por la escuadra, fruto de un tiro preciso de Nicolás Pépé, que lamentaba no firmar tablas llevándose las manos a la cabeza.
Un Villarreal que lo intentaba pero volvía a errar
No era de extrañar ver un Atlético arreplegado atrás para mantener el resultado obtenido en la primera parte (1-0).
Algo que favorece mucho al juego de los 'groguets' es un equipo que les permite tocar y combinar, por eso el Villarrealempezó proponiendo el juego en la segunda mitad con un aviso directo de las botas de Sergi Cardona en forma de centro.
Pero como si de un espejismo se tratara, el Villarreal vuelve a perder un balón en la frontal del área rival; se lo queda Llorente, que conduce hasta la esquina y entrega un centro perfecto para que marque Nicolás en su debut como rojiblanco (2-0).
Los cambios no parecían ofensivos, ya que se retiran del campo dos delanteros y un centrocampista, e ingresan dos centrocampistas y un solo delantero, Ayoze, que volvía de la lesión.
El árbitro se 'apiada' del Villarreal, con un gol anulado polémico
El colegiado José Luis Munuera lo tuvo claro cuando anuló el 3-0 a Lenglet, por quitarse de encima a su marca con un empujón. Como si fuera un acto de piedad, el gol no sube al marcador y el Submarino respira aliviado, pero sabiendo que necesitaba mucho más para conseguir, por lo menos, maquillar el resultado.
Pero eso nunca llegó. Un Villarreal poco convencido y sin ocasiones no podía soñar con un empate, si no era capaz de generar el futbol que necesita para marcar.
Ficha técnica
2 - Atlético: Oblak, M. Llorente, Le Normand (Pubill, min. 77), C. Lenglet, Ruggeri (Hancko, min. 76 (Galán, min. 83)), Giuliano, Koke ©, Pablo Barrios, Nicolás González, Griezmann y Julián Álvarez (Sorloth, min. 45).
0 - Villarreal: Luiz Juniro, Sergi Cardona (Pedraza, min. 79), Renato Veiga, Foyth, Mouriño, Moleiro (Ayoze, min. 63), Parejo ©, Thomas (Comesaña, min. 63), Buchanan, Mikautadze (Oluwaseyi, min. 79) y Pépé (Gueye, min. 63).
Goles: 1-0, min. 9: Pablo Barrios. 2-0, min. 52: M. Llorente.
Árbitro: José Luis Munuera (Comité andaluz). Amonestó de amarilla a Parejo, Veiga, Mouriño y Pedraza, por parte del Villarreal, y a Julián Alvarez y Ruggeri, por parte del Atlético de Madrid.
Contexto: Partido de la jornada 4 de LaLiga EA Sports, en el Ryadh Air Metropolitano, con una asistencia de 63.312 espectadores.