VILA-REAL. Un duelo espectacular entre la Real Sociedad y el Villarreal en Anoeta, un estadio que no ha permitido ni un solo respiro al equipo "groguet".
El Villarreal se adelantaba cuando mejor estaban los de Euskadi, alejándose por dos goles gracias a Moleiro. Pero la Real tenía claro que no iba a bajar las manos, ya que en menos de 20 minutos empató un partido exigente y peligroso.
Moleiro, como un auténtico salvador, marcaba un gol destrozador para el Anoeta en el minuto 94, entregando la victoria al Submarino.

- Ayoze celebra su gole, ante la Real, en Anoeta. Foto: LALIGA
Sin brillos pero con la vuelta de Ayoze
Una primera parte tímida por parte del Villarreal, en un estadio que ha presionado a todos los jugadores ‘groguets’. Una olla a presión que, junto a una Real muy fuerte, ha dejado en segundo plano a los de Marcelino.
El centro del campo, prácticamente dominado por la formación vasca, con tres mediocentros y dos carrileros, provocó más de un susto en el banquillo visitante. Por otra parte, la maquinaria amarilla no pudo terminar de arrancar: el medio del campo estuvo insípido.
La jugada más peligrosa la protagonizó la Real, en el minuto 13. Mediante Take Kubo, el dolor de cabeza crecía entre la defensa, que no sabía cómo frenarlo: hasta cuatro jugadores del Submarino se lanzaron para frenar un tiro en una jugada que protagonizó el japonés.
Sin embargo, el peligro estaba presente por parte del Submarino. Buchanan y Moleiro provocaban roturas a la espalda de los centrales constantemente, pero no eran materializadas.
El partido, puesto en modo bucle, se rompió cuando llegó el gol de Ayoze en el minuto 31. La misma jugada de buscar a Pedraza a la espalda de la defensa era el nacimiento del único tanto. Era Moleiro quien iniciaba todo con un pase preciso; el ya asentado Pedraza continuó hasta el área y, en medio de la polémica por una posible mano, Ayoze la empujaba dentro de la red. Ni el árbitro de campo ni el VAR vieron nada punible en una jugada limpia.
Golpe duro sobre la mesa en un partido que caía más hacia la banda de los locales.
El gol sirvió para dar un soplo de aire fresco, pero no mejoró el partido del Villarreal. Hasta en dos ocasiones, en menos de cinco minutos, tuvo que intervenir — y de qué manera — Luiz Junior.
Con una Anoeta que apretó hasta el final y una Real muy avispada, se iban al descanso con una victoria momentánea de los castellonenses.

Moleiro, el salvador de un partido igualado hasta el pitido final
El empate se empezó a escribir sobre el terreno de juego, cuando el encuentro se convirtió en un tira y afloja de los dos equipos. Con un Villarreal que, por momentos, no conseguía salir, y ante una Real Sociedad que construyó de manera precisa todas y cada una de las jugadas.
Pocos pases se filtraban entre las líneas de los castellonenses que, entre pérdidas, complicaban las conexiones entre los blanquiazules.
De esa forma, y con una jugada fulminante, el Submarino construyó por la derecha sin problemas, otra vez con Buchanan dentro de la ecuación. Una conexión excelente del interior canadiense, que la pasó a Ayoze, y este, sabiendo perfectamente lo que pasaba a su alrededor, la dejaba para Moleiro, que la enganchaba de manera espléndida al palo alejado de Remiro.
Giraba y volvía a girar el Villarreal todo el sentido del juego a través de Gueye y Comesaña: mucho más activos en la segunda parte, sobre todo el senegalés, que no mostró su mejor versión en la tarde de hoy.
De qué manera llegó el primer gol de una creciente Real Sociedad, a través de un trallazo de Carlos Soler. El español, redimido de su etapa de lesiones, envió un misil a Luiz Junior, imparable, sin espacio para chutar y con un giro de cadera de auténtico crack.
Los txuri-urdin meten una marcha más, se vienen arriba, construyen y finalizan. De por medio, el Villarreal corre detrás de los balones, casi con la sensación de ir por detrás del juego constantemente.
Llegó la tragedia para Luiz Junior, que no pudo parar la falta de Barrene en el minuto 85. Un gol imposible de parar, que pasó justo por la escuadra del brasileño.
Hasta en dos ocasiones exageradamente claras para los vascos intervino el portero «groguet»: un chut de Guedes y una pérdida de Rafa Marín que terminó en otro tiro desde dentro del área amarilla. Sin duda, providencial el portero del Submarino.
En el último suspiro del partido, con todo un estadio volcado con el equipo local, Tani se fue en carrera y recortó a Remiro para después chutar, pero Turrientes estuvo atento para sacarla sobre la línea. El estadio se venía abajo. Se celebró como un gol.
Toda Anoeta coreaba sin saber que iba a llegar el gol de Moleiro: un gol que, en jerga futbolística, se califica de cruel, ya que llegó en el 94, dejando a todo un estadio deprimido y a un equipo derrumbado.
El canario salvó los muebles, en una tarde prácticamente para enmarcar a nivel futbolístico, pero con muchas cosas que solucionar por parte de Marcelino sobre el terreno de juego.
Ficha técnica
2 - Real Sociedad: Álex Remiro; Jon Aramburu, Aritz Elustondo ©, Jon Martín, Sergio Gómez; Brais Méndez (Mikel Goti), Jon Gorrotxategi, Carlos Soler (Arsen Zakharyan); Take Kubo (Turrientes), Gonçalo Guedes (Gorka Carrera); Umar Sadiq (Barrene).
3 - Villarreal: Luiz Júnior; Santiago Mouriño, Juan Foyth, Rafa Marín, Alfonso Pedraza (Cardona); Tajon Buchanan (Akhomach), Santi Comesaña, Pape Gueye (Parejo), Alberto Moleiro; Gerard Moreno © (Mika), Ayoze Pérez (Tani).
Goles: 0-1, min. 31: Ayoze. 0-2, min. 57: Moleiro. 1-2, min. 60: Carlos Soler. 2-2, min. 85: Barrene. 2-3, min. 94: Moleiro.
Árbitro: César Soto Grado (Comité riojano). Amonestó de amarilla a Gueye, Ayoze, Moleiro, Pedraza, Mouriño, Junior y Foyth por parte del Villarreal, y a Omar Sadik ,Jon Martín y Barrene por parte de la Real.
Contexto: Partido de la jornada 14 de LaLiga EA Sports, en el Estadio de Anoeta, ante 30.140 espectadores.