CASTELLÓ. A Pablo Hernández le han bastado cuatro sesiones de entrenamiento para encontrar la tecla de la victoria y transformar al Castellón. El equipo permeable, nervioso e inseguro de los últimos partidos se convirtió, en pocos días, en un bloque alegre, dinámico y victorioso en su duelo frente a la Cultural Leonesa.
El técnico castellonense no tuvo que hacer una revolución en su alineación para dar otro aire al equipo. Le bastaron unos retoques en el once y pequeñas variaciones en su dibujo. Lo que más cambió fue la mentalidad con la que jugaron los albinegros y la gestión que realizó el técnico con el partido en juego, con cambios que funcionaron en la fase en que más sufrían los de la Plana.
Hernández ya declaró en su rueda de prensa de la semana pasada que era importante convencer a los jugadores de que eran mejores de lo que reflejaba la clasificación. “Me he centrado en hacerles ver que son muy buenos, que deben tener personalidad con y sin balón, jugar al estilo que queremos y ser fuertes mentalmente”.
Todo eso lo logró en su primer partido como técnico de Segunda División. Así, los albinegros sorprendieron a la Cultural con una presión que desbordó a su retaguardia y que generó dos goles en los diez primeros minutos con las anotaciones de Calatrava y Barri.
En una primera parte colosal que pudo cerrarse con un resultado más amplio, los albinegros ya evidenciaron su cambio de tendencia. Y en la reanudación, cuando la Cultural acortó distancias, supieron tener la fortaleza psicológica para reaccionar y cerrar el partido con un tercer gol.
Como cambio principal en el once, Hernández apostó por la incorporación de Ronaldo Pompeu en el puesto de mediocentro. El brasileño debutó así como jugador albinegro y lo hizo a buen nivel, aportando la pausa necesaria en la zona ancha.
Cambios decisivos
El buen funcionamiento de los cambios también ayudó a la causa. La acción que supuso el gol de la sentencia del Castellón tuvo como protagonistas a dos recién incorporados: el centrocampista Doué, que inició la jugada, y el extremo Mamah, que la finalizó.
Ahora surge el debate en torno a la continuidad de Pablo Hernández. El técnico del filial está de interino en el primer equipo a la espera de conocer a la persona que se encargará de llevar el mando definitivamente. Por lo pronto, ya ha demostrado que es un preparador más que válido para estos niveles. Falta saber si el club le da continuidad o mantiene su idea inicial de optar por otro entrenador.