CASTELLÓ. El aguacate, también llamado persea americana por su origen, arranca la campaña de recolección 2024-2025 con un incremento de su presencia en Castellón. En noviembre dio sus primeros pasos con una variedad temprana -bacon- y en este mes de diciembre es el turno de la recolección de la fruta reina, hass.
El cultivo de aguacate cumple una década en Castellón y lo hace extendiéndose en la provincia a costa del cítrico, empujado por sus precios más elevados y sus menores costes. Al respecto, el kilo de aguacate se vende hasta 2,70 euros el kilo, seis veces más que uno de clemenules, según fuentes del sector.
El cultivo del aguacate ha tenido en 10 años una expansión vertiginosa en la Comunitat Valenciana, principalmente en el litoral castellonense, entre Sagunt y el paraje de la Magdalena, y para este ejercicio prevé un incremento de un 21% de su aforo, de 19.000 a 23.000 toneladas, según el presidente de la Asociación de Productores de Aguacates (Asoproa), Celestino Recatalá. Su volumen aún es discreto respecto al cítrico, que tiene un aforo de 2 millones, pero su crecimiento va a más año a año. Su despliegue queda constatado cuando se comprueba que sus plantaciones han pasado de ocupar 5 hectáreas en 2014 a 996 en 2023 en Castellón.
¿Qué circunstancias explican su rápida implantación? "El coste de producción es un 50% menor que el del cítrico porque hace falta menos manos de obra y tiene menos riesgo de sufrir plagas", explica Recatalá. Otro factor clave es lo que un agricultor recibe por la venta en origen: el kilo de aguacate se traspasa entre 2,30 a 2,70 euros, una cantidad muy superior a los 0,45 euros que se cobra de media por uno de clemenules. Asimismo, las parcelas requieren la mitad de "collidors" , inciden desde el sector, aunque subrayan que el aguacate permite una campaña más larga que la citrícola.