CASTELLÓ. El aguacate gana terreno en Castellón y en la Comunitat Valenciana como alternativa al cítrico y ha disparado su producción en los últimos años. Así, su superficie se ha multiplicado por 200 en la última década, según la encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (Esyrce), del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El sector empresarial prevé que la provincia lidere el crecimiento nacional en un futuro.
El aguacate, según constata la estadística, irrumpió en zonas del litoral de la provincia en 2014, con una producción de cinco hectáreas. Desde entonces ha experimentado un ascenso vertiginoso, hasta alcanzar las 996 hectáreas en 2023. Castellón representa un 27 % del total de la extensión de la Comunitat (3.685 hectáreas), siendo la segunda provincia, por delante de Alicante y por detrás de València.
En 2023 prosiguió con la senda alcista y protagonizó un crecimiento de un 20 % respecto a 2022. "Nosotros empezamos en 2013 con 3.500 plantas y ahora alcanzamos las 60.000 al año, de las que un 40 % están en Castellón", explica Vicente Bayona, gerente de Tropical Bayper, empresa castellonense dedicada a la recolección y comercialización de aguacate en los mercados internacionales.
"El aguacate está de moda y crece por la falta de rentabilidad del cítrico. Es un producto con más rendimiento por sufrir menos plagas y tener menos mano de obra, lo que permite precios de venta más altos", explica Bayona, que subraya que incluso hay empresarios de la industria cerámica que están invirtiendo en este cultivo como forma de diversificar sus negocios.
Desde Tropical Bayper subrayan que la Comunitat Valenciana es el territorio que en estos momentos más está creciendo en el cultivo de aguacate. Además, resaltan la expansión en Castellón y remarcan que esta provincia tiene potencial para liderar este segmento en los próximos años. No obstante, apuntan que esta fruta continuará al alza pero con más contención.
La compañía, con sede en Betxí y que trabaja para el vivero malagueño de Brokaw Viveros, prevé en la próxima campaña una producción de 20 millones de quilos, cinco millones más que en 2023-2024, lo que muestra el auge de esta fruta.
Este cultivo requiere un clima templado específico y está abarcando terrenos en la capital de la Plana, en el entorno del ermitorio a de la Magdalena, Benicàssim, Betxí, Almenara o Vila-real.
Un informe de superficies agrícolas de la Conselleria de Agricultura pone de relieve la expansión del aguacate en diversas localidades de las Plana Alta y Baixa de Castellón. Castelló ciudad es uno de los municipios puntales de este cultivo, incrementando por 40 su extensión en siete años, pasando de 6 hectáreas en 2017 a 213 en 2023.
Almenara también ha registrado una importante subida, de 6 a 121 hectáreas en siete años. Por su parte, Benicàssim ha ascendido desde 2017 de 2 a 18 hectáreas; Burriana, de 0 a 18 en este tiempo; Nules, de 0 a 35; y la Vall d'Uixó, de 0 a 20.
También sobresale Betxí, que concentra la tercera mayor área de aguacate de Castellón con 44 hectáreas.
El aguacate se expande mientras retrocede el cítrico, afectado por su baja rentabilidad. Según el análisis del Ministerio de Agricultura, esta fruta, que continúa siendo la principal de Castellón, ha perdido un 11% de superficie en una década, descendiendo de 37.185 de 2014 a 33.056 hectáreas en 2023. La variedad predominante es la de clementinas, que en este caso ha sufrido una caída de un 17%, de 30.480 a 24.848.
La recién aprobada marca Aguacate de la Comunidad Valenciana avala la calidad de esta fruta en el territorio valenciano y muestra que es un cultivo ideal para los agricultores que buscan la rentabilidad de sus campos, en su mayoría dedicados a la naranja. Sin embargo, es un riesgo que hay que pensarse bien
