VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana cuenta con un sólido y amplio tejido empresarial, en el que despuntan grandes firmas que trabajan de forma silenciosa y sin hacer mucho ruido mediático. Y Grupotec es uno de esos casos. Esta ingeniería valenciana es la encargada de relevantes proyectos industriales y energéticos tanto dentro y fuera de España. La compañía surgió hace más de dos décadas con las renovables como principal actividad, pero ha sabido diversificar su negocio, así como internacionalizarlo, dos factores que han sido claves en su crecimiento. Ahora, encara una nueva etapa con la vista puesta en nuevos mercados como Polonia y Portugal y en entrar en sectores como el biogás o los nuevos modelos de vivienda flexible. Todo ello, con una visión a largo plazo, un valor que exhiben con orgullo en su logo: una jirafa, que representa su capacidad para ver más allá y planificar con perspectiva.

Fundada en 1997 por ingenieros valencianos, Grupotec es hoy en día un importante actor en el diseño y construcción de grandes plantas fotovoltaicas, así como de soluciones integrales de ingeniería. "Estamos en uno de los mejores momentos de nuestra historia. Hemos crecido mucho de forma sostenida, aunque más intensa en los últimos años", destaca su presidente, Olallo Villoldo. Tanto es así que la compañía ha alcanzado los 306 millones de euros de facturación en 2025, un 17,6% más; y su previsión para el año que viene es incrementar el negocio un 7%. Un crecimiento que se debe al dinamismo de sus tres grandes áreas de negocio: las Renovables, que representan el 70% de su negocio; e Industria y Edificación, que aglutinan el 15%, cada una.

Actualmente, la valenciana cuenta con un equipo que roza las 700 personas y opera en 16 países, con una fuerte penetración en Reino Unido en el ámbito de las renovables. Precisamente, esta división es la estrella de su actividad, pese a los vaivenes en el mercado. De hecho, su trayectoria ha sido una carrera de fondo sorteando diferentes vicisitudes en materia regulatoria. Empezaron en 2008, cuando el mercado estaba en auge, pero rápidamente llegaron los tiempos difíciles con el famoso 'impuesto al sol'. Sin embargo, expandieron operaciones a Reino Unido y otros países, superando la crisis que eliminó al 90% de sus competidores, siendo la internacionalización su tabla de salvación.

Ahora, suma ya más de 2,7 GW construidos, principalmente parques fotovoltaicos, en países como Chile, Kenia, Barbados o Trinidad y Tobago, y tiene en marcha un pipeline en desarrollo de 3 GW, siendo sus principales mercados Reino Unido, Italia y España. Pero, además, tiene planes de entrar en nuevos destinos como Polonia para desarrollar nuevas plantas solares. Lo que todavía está más lejano es su entrada en EEUU. "Teníamos un acuerdo para establecernos en el país con unos profesionales independientes que habían sido socios de la compañía, pero ese proyecto está en stand by a la espera de ver cómo evoluciona la situación. La idea sigue siendo que, si se estabiliza todo, podamos retomar el plan, aunque por ahora permanece pausado", remarca Villoldo.

En cuanto a nuevas líneas de negocio en este segmento, Grupotec va a poner el foco en el sector de las baterías como herramienta fundamental para el desarrollo de proyectos de hibridación energética. "La fotovoltaica es maravillosa porque es baratísima. Su único problema es que el sol sale cuando quiere. Por tanto, cuando hay un exceso de producción o lo almacenas para entregarlo a la red o las cosas no encajan. Por tanto, las baterías son el complemento perfecto y, desde el punto de vista del know-how y de especialidad, tenemos los ingenieros y todas las capacidades, aunque es un mercado que todavía tiene que madurar", subraya.

De igual modo, exploran oportunidades en el sector del biogás y ya tienen algunos desarrollos en fases incipientes en la Comunitat Valenciana o Murcia. Sin embargo, Villoldo admite las dificultades por la legislación actual y por la disponibilidad del propio residuo, que no siempre es fácil de conseguir. En cualquier caso, asegura que es un sector que ve atractivo y que espera poder incluir en su radio de acción.  

Y es que pese a su diversificación, la fotovoltaica seguirá siendo el alma de la compañía. Pero, para poder crecer en España, reclama mejoras en la red y en la propia regulación para facilitar su desarrollo. "El único problema que tiene la fotovoltaica es que no es gestionable. Si tú incorporas megavatios fotovoltaicos en una red que está preparada para ciclos combinados y otras tecnologías sin adaptarla, colapsa".

Además, lamenta que "la regulación es el talón de Aquiles de muchísimos sectores" como también lo es ahora mismo el bloqueo de proyectos por parte de muchos municipios. "Hoy en día nuestro mayor enemigo son los ayuntamientos, pero del signo que sea”, reconoce. En cualquier caso, destaca que, aunque en este momento, se haya frenado la inversión y exista cierto parón, las renovables en España "tienen recorrido". "Cuando se hagan deberes, la red esté preparada y las baterías cobren sentido, avanzarán", incidió.

Paralelamente, la compañía prevé crecimientos significativos en sus otras divisiones, especialmente en el área Industrial, centrada en servicios de ingeniería y proyectos de agua, bioenergía y autoconsumo energético para la industria. "Estamos trabajando mucho en el sector de la logística. Hacemos plataformas para Inditex, Mercadona o Consum, y también hemos desarrollado proyectos en la industria de la alimentación, pero ahora nos interesa el sector de residuos industriales y urbanos, un ámbito en el que fuimos líderes y del que hemos perdido algo de posición, pero estamos trabajando para recuperarla", reconoce.

También está en su hoja de ruta irrumpir en los centros de datos, un sector clave para las necesidades de la sociedad y que requiere de soluciones sostenibles en la ingeniería de construcciones y soluciones energéticas. Su objetivo de expansión en este área no se queda en España. Portugal se perfila como un mercado natural y donde tienen planes de abrir una base operativa. "Queremos entrar en Portugal con oficinas porque nos parece una extensión lógica de la península ibérica".

En Edificación y Real Estate, a por la vivienda flexible

Finalmente, su tercera pata de Edificación y Real Estate, centrada en inversión inmobiliaria, arquitectura, instalaciones, project management y diseño y construcción. Eso sí, su nicho no es el residencial, sino que se ha centrado en colegios u oficinas con proyectos como The English Montessori School, en Madrid o sus nuevas instalaciones en el emblemático edificio Ikon de València. 

En este momento, en su radar está el living, pero dirigido a las nuevas soluciones de vivienda que cogen fuerza en el mercado como es el flex living. De hecho, ya han hecho una incursión en este sentido, a través del desarrollo de un espacio de 250 plazas en València de la mano de Atitlan. "El negocio convencional se ha vuelto más complicado, porque las bolsas de suelo están en manos de los grandes desarrolladores. Por eso, buscamos huecos en nichos concretos”, explica. 

Otro de los frentes estratégicos es el senior living, aunque la compañía reconoce que es un terreno aún poco regulado en España y con escasez de operadores experimentados. “No hay nadie al otro lado que te diga lo que quiere, por eso, hay que avanzar en dos frentes: ser gestor e inversor, y eso no es fácil”, admite. Actualmente, Grupotec tiene entre 15 o 20 proyectos identificados para iniciarse en este nicho.

De cara al próximo ejercicio, la compañía prevé mantener una senda de crecimiento sostenido. En concreto, estima cerrar el año con un incremento del 7%, impulsado por la consolidación de sus principales líneas de negocio y la apertura de nuevas oportunidades. El foco estratégico estará puesto en ganar competitividad e incorporar nuevas tecnologías, con especial atención a la inteligencia artificial como palanca de innovación y eficiencia. “Estamos muy enfocados en ser más competitivos, innovar y reforzar nuestra posición”, concluye el presidente de la valenciana.