Dicen que un buen pacto es aquel que no contenta a ninguna de las dos partes. A priori, el alcanzado entre EEUU y la Unión Europea podría serlo al evitar el peor de los escenarios, ya que imponer un arancel del 30%, advertían, suponía un cierre comercial casi en su totalidad. Sin embargo, el tiempo será el que diga si realmente es un buen acuerdo teniendo en cuenta que el objetivo del mandatario norteamericano es incrementar la fabricación estadounidense. Por lo pronto, lo que está más claro es que supondrá un incremento de los precios que contruibirá a una mayor inflación y, además, para la Comunitat Valenciana puede suponer la pérdida de 285 millones de euros en exportaciones.
Según alerta Cámara Valencia en un informe que acaba de realizar, las ventas valencianas a Estados Unidos podrían retroceder en torno al 10%, lo que en términos monetarios supone un volumen anual de 285 millones de euros. Según el ente cameral, este impacto es "limitado". Las excepciones a este arancel son los productos de la industria del aluminio y el acero, que mantienen unos aranceles del 50%. Sólo el 2,6% de las exportaciones de aluminio (incluido las manufacturas) de la Comunitat Valenciana tienen como mercado de destino Estados Unidos. Asimismo, quedan fuera del acuerdo los productos farmacéuticos, con escasa incidencia en el conjunto de exportaciones valencianas.
La futura evolución de las relaciones comerciales con Estados Unidos va a venir condicionada por aspectos de diversa índole, según Cámara. El mercado estadounidense es el primer mercado fuera de Europa para los productos valencianos. Las exportaciones valencianas a este país alcanzaron un total de 2.850 millones de euros en 2024, el 7,7% del total exportado por la Comunitat Valenciana. "Por su tamaño, su poder adquisitivo y su dinamismo económico, es y seguirá siendo un mercado altamente atractivo para la empresa exportadora valenciana", indica Cámara.
De las 4.266 empresas que en 2024 exportaron a Estados Unidos, 1.447 son empresas que exportan regularmente. "Las más afectadas serán aquellas que exportan de forma más esporádica", destaca la entidad cameral, quien afirma que el aumento de precios que va a conllevar el aumento de aranceles va a suponer una caída de las ventas en el mercado norteamericano debido a la caída de la demanda de productos importados por parte del consumidor norteamericano.
No obstante, para las 142 empresas valencianas implantadas en Estados Unidos no tiene porqué implicar pérdidas de clientes. "En los primeros meses de 2025 las exportaciones se han incrementado por la anticipación de los importadores a aumentar stocks ante la posibilidad del aumento de aranceles. El retroceso de las ventas se producirá en la segunda mitad de 2025", incide.
Dado que las principales partidas que se exportan a Estados Unidos son productos con elevado valor añadido (aparatos eléctricos, aparatos médicos, calzado, maquinaria, preparaciones alimenticias, …), con una elasticidad de la demanda baja (es decir, los aumentos de precios afectan en menor medida a cambios en la demanda), los efectos negativos sobre "la evolución de las ventas serán de menor intensidad".
"El objetivo de la Administración Trump de conseguir a la fuerza una mayor inversión de empresas extranjeras (en este caso valencianas) en el mercado americano choca con la creciente incertidumbre que genera su inestable política arancelaria. Aun así, empresas con larga tradición exportadora a este país podrían optar por una estrategia de inversión para fabricar en el mercado americano", señala el informe.
"La posibilidad de que las empresas americanas busquen nuevos proveedores entre los países que no se les aplique aranceles adicionales se ve reducida, pues el 15% se sitúa por debajo de los niveles anunciados, y no muy lejos, por ejemplo, del 10% acordado con el Reino Unido y del 15% para Japón. No obstante, con el nuevo arancel, algunas empresas valencianas pueden verse perjudicadas al ser menos competitivas en precio", advierte.
Mercados alternativos
En ese sentido, los bienes de consumo con ventas significativas en USA como calzado, perfumes, preparaciones alimenticias, muebles. Estados Unidos puede encontrar alternativas en Reino Unido, Turquía, India o algunos países de ASEAN. Para los bienes intermedios, como manufacturas de plástico, madera o aluminio, los proveedores alternativos se encuentran en Latinoamérica (Ecuador, Colombia, …), México y Canadá.
Con respecto a bienes de equipo, sobre todo material y aparatos eléctricos, los principales países proveedores se ven amenazados también con aranceles del 30% (México, China, Canadá o países del ASEAN). "En el caso de las baldosas cerámicas, nuestro más directo competidor por calidad y precio es Italia, que estará en las mismas condiciones que España", agrega. Por su parte, las semimanufacturas valencianas forman parte de las cadenas de valor de productos europeos, que a su vez se exportan a Estados Unidos.
"Situación más acusada en el sector automovilístico, el de maquinaria y sector químico", advierte la Cámara. En tanto en cuanto, las exportaciones de la UE a Estados Unidos se vean afectadas negativamente por el nuevo arancel, también se verán afectadas las valencianas por una menor demanda por parte del mercado europeo. El hecho de que finalmente al sector del automóvil se le aplique el 15% de arancel, en vez del 25%, permite esperar un efecto menos negativo al inicialmente anunciado.
Por otro lado, el informe destaca la desviación de comercio desde el mercado americano hacia otros mercados con elevado poder adquisitivo. "Las empresas de los países a los que USA imponga elevados aranceles trataran de buscar nuevos mercados donde vender sus productos y la Unión Europea es uno de los principales mercados potenciales. Por tanto, las empresas valencianas se enfrentan a un aumento de la competencia en el mercado nacional y europeo, y para multitud de productos (dado que los aranceles son horizontales para todo tipo de producto)", agrega.