CASTELLÓ. La construcción industrializada se ha consolidado en los últimos años como una línea estratégica para dar respuesta a la escasez de vivienda y a la necesidad de avanzar hacia modelos constructivos más eficientes y sostenibles. Mientras en España y Europa esta tendencia va ganando terreno, impulsada por la falta de mano de obra, el incremento de costes y los exigentes estándares ambientales, en la provincia de Castellón su implantación aún es incipiente. Sin embargo, el sector cerámico, los institutos tecnológicos y parte del tejido empresarial ya han comenzado a mover ficha conscientes de que la provincia no puede perder este tren de la innovación en los sistemas constructivos. Además de los avances en I+D+i de algunas de las empresas más importantes del clúster cerámico, entidades como el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), la Asociación de Técnicos Cerámicos (ATC) o la Cámara de Comercio están propiciando el debate y la investigación como motores para impulsar la transición hacia este nuevo modelo. 

El presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos (ATC), Juan José Montoro, destaca que la industrialización está creciendo con rapidez en España, especialmente por la escasez de vivienda y de mano de obra. Montoro explica que desde el año pasado la ATC trabaja con un grupo de expertos especializado en construcción industrializada y que en su congreso más reciente este fue uno de los temas centrales.

Según indica, "empresas como Porcelanosa, Peronda o Grupo Victoria ya han avanzado muchísimo, tanto en fachadas ventiladas como en módulos de cocinas y baños, donde la cerámica tiene un papel esencial". Para Montoro, el reto es garantizar que el material cerámico no pierda presencia frente a alternativas más ligeras y de instalación rápida: "La cerámica debe estar presente en esta nueva construcción modular, aprovechando sus ventajas y adaptándose a los nuevos sistemas".

El presidente de ATC subraya que la industrialización reduce plazos de ejecución, permite avanzar hacia modelos más sostenibles y contribuye a paliar la falta de mano de obra, tendencias que, a su juicio, "no tienen marcha atrás". Por ello defiende que el sector cerámico debe caminar conjuntamente con otros actores esenciales, como el sector de la construcción, para asegurar su protagonismo en el nuevo escenario.

Pese a las ventajas de este sistema, su implantación en Castellón como solución habitacional ante la falta de vivienda todavía no es inmediata. El presidente de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (APECC), David Ruiz, reconoce que "la industrialización es el futuro del sector", pero advierte que "las condiciones actuales de la provincia no permiten por ahora que se generalice como respuesta a la falta de vivienda".

Según Ruiz, los costes siguen siendo elevados para la mayoría de promotores locales, que operan con márgenes limitados y desarrollan promociones de pequeño tamaño, generalmente entre 20 y 25 viviendas. "La construcción industrializada está siendo adoptada por grandes empresas con capacidad financiera y proyectos de volumen. En Castellón predominan empresas medianas y pequeñas, y ese modelo todavía no encaja", resume.

Aun así, el sector confía en que la tecnología evolucionará, los precios se ajustarán y la falta de mano de obra especializada actuará como palanca de cambio. Ruiz destaca, además, que "el sector cerámico ya está ofreciendo soluciones en módulos de baños y cocinas, lo que demuestra que la industria avanza y que existe una creciente oferta".

El sector cerámico, palanca de cambio

En el ámbito de la investigación, encontramos también otros ejemplos de que la provincia no quiere perder este tren. El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha reforzado su apuesta por esta transformación con iniciativas estratégicas. A través del THINK TANK, impulsado con apoyo de IVACE+i, expertos del centro y profesionales externos han identificado necesidades de investigación y barreras normativas, técnicas y logísticas para integrar la cerámica en la construcción industrializada. Han analizado desde la estandarización y la metodología BIM hasta la robotización, la logística y la sostenibilidad desde el prisma de la economía circular.

Paralelamente, en el marco del proyecto Ecohábitat, desarrollado junto a otros institutos de REDIT y financiado por la Generalitat Valenciana, el ITC ha elaborado una clasificación exhaustiva de sistemas constructivos industrializados disponibles en el mercado. El análisis incluye soluciones modulares y componentes cerámicos y no cerámicos para obra nueva y rehabilitación, con fichas técnicas que facilitan la toma de decisiones por parte de Administraciones y empresas. Esta línea se ha reforzado con la aportación de proyectos como Naixem, Inno4h2o, Ecosiscer y Cercaf.

Además, hace unos días el ITC participó en Onda en la jornada Construcción industrializada: cómo impacta en el futuro del sector cerámico, donde su directora general, Yolanda Reig, moderó una mesa redonda con representantes estratégicos del sector. En el encuentro, impulsado por el Ayuntamiento de Onda y la Cámara de Comercio de Castellón, se debatió sobre automatización, IA, trazabilidad digital y el papel de la cerámica en modelos modulares y 3D.

Jordi Corrales, arquitecto investigador del Área de Hábitat y Construcción del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), destaca que la industrialización supone un cambio de paradigma para un sector históricamente artesanal y de baja productividad. La fabricación en serie de componentes en entorno controlado —off-site—, la digitalización, la estandarización y la automatización permiten reducir tiempos, mejorar la calidad y ofrecer una mayor certidumbre en costes y plazos.

Corrales advierte de que la falta de mano de obra cualificada, especialmente en oficios vinculados a la instalación de materiales como la cerámica, está acelerando este proceso. En este contexto, los sistemas industrializados abren la puerta a nuevas soluciones basadas en componentes cerámicos prefabricados, instalación en seco, paneles modulares y módulos 3D de baños o cocinas. Para ello, sostiene, es necesario evolucionar del modelo tradicional de producto hacia un enfoque basado en servicios y sistemas completos.