CASTELLÓ. Castellón ha afrontado en los últimos tres años una etapa de gran inversión pública, fundamentalmente por el impulso de los fondos de la Unión Europea. Desde 2021, el gasto en obra pública no ha dejado de crecer, una tendencia que contrasta con la etapa anterior de ajustes presupuestarios tras la crisis financiera. Así, la licitación pública ha superado de enero a octubre los datos del mismo periodo del año anterior, según el último balance de la patronal de grandes constructoras (Seopan).

Las Administraciones Públicas han licitado de enero a octubre actuaciones por valor de 264 millones de euros, un millón más que en el mismo intervalo de 2024, cuando se alcanzaron los 263 millones. Los ayuntamientos siguen liderando la estadística gracias al impulso de la financiación europea de Next Generation, con 168 millones de euros. La UE está apoyando el desarrollo de nuevas Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades para mejorar su calidad ambiental, así como otras iniciativas enfocadas a la rehabilitación o a la digitalización del ciclo del agua.

Asimismo, los consistorios siguen promoviendo actuaciones educativas a través del plan Edificant. Estas están financiadas por la Generalitat, pero la licitación de las obras corresponde a las administraciones locales, lo que también refuerza el papel inversor de los municipios. Su esfuerzo inversor ha aumentado en tres millones respecto a 2024, cuando llegó a los 165 millones. De hecho, del total de 264 millones licitados hasta octubre 55 millones corresponden a centros docentes. 

Mientras, el Gobierno mantiene un nivel similar al de 2024, con 77 millones de euros. También la Generalitat, pese a las obras de reparación que ejecuta en la zona de València afectada por la Dana, con 18,3 millones. 

Principales infraestructuras

Los fondos de la UE se activaron en 2021 como fórmula para contrarrestar los efectos de la Covid. Se diseñaron con unos objetivos marcados que buscan, principalmente, fomentar la descarbonización y modernización de los sectores productivos. Este apoyo ha permitido, entre otras cosas, activar dos obras demandadas desde hace años como el acceso ferroviario sur al puerto de Castelló y la terminal intermodal, que suponen un coste de 400 millones de euros. Estas iniciativas aspiran a fomentar el tráfico de mercancías por tren, menos contaminante que el camión, y se presentan como nuevos dinamizadores del sector logístico en el entorno del Serrallo y del puerto de Castellón.

También han supuesto un impulso para el corredor mediterráneo de mercancías, que encara su última fase de obras en los tramos entre València, Castelló y Tarragona. Esta línea, junto con el nuevo acceso al puerto, estará operativa en 2027.

Al margen de los fondos europeos, el Gobierno lleva a cabo en estos momentos el proyecto de mejora de la N-340 a su paso por Orpesa, uno de los principales puntos negros de esta carretera.

Por su parte, la Generalitat explica parte de su nivel de inversión por la licitación del primer proyecto de la ampliación del Hospital General de Castelló, que tiene un coste de 13 millones de euros.

Mientras, actuaciones de modernización urbana, Zonas de Bajas Emisiones, digitalización de servicios y planes de rehabilitación de inmuebles antiguos capitalizan buena parte de las inversiones de los ayuntamientos.