CASTELLÓ. La liquidación de los activos de la empresa Frost-trol, de Cabanes, se prolonga más de lo previsto. La subasta y la venta de la nave industrial y la maquinaria se aplazan sin fecha hasta que se resuelva una aclaración en el proceso concursal, según Activos Concursales, la firma contratada por el administrador concursal para traspasar los bienes de la empresa castellonense.
Activos Concursales, especializada en la transmisión de bienes de compañías y personas en situación de concurso de acreedores, afirma que tanto la subasta de la nave industrial -que se había activado el miércoles- como la venta de los bienes muebles, que estaba a punto de arrancar, se suspenden a instancias del administrador concursal, que ha solicitado esta medida, indican las mismas fuentes, por precaución ante una cuestión de procedimiento y plazos.
La operación se espera que se retome en un corto plazo de tiempo, aunque de momento no hay una fecha concreta al respecto.
La operativa, en principio, se ha planificado en varias fases: primero, la nave industrial, valorada en 21,8 millones de euros; y en segundo lugar, 70 lotes de maquinaria, con un precio de cinco millones, más la marca Frost-trol, por 1.000 euros. Es decir, el conjunto de la empresa tiene una tasación de cerca de 27 millones.
La web de Activos Concursales ha bloqueado la subasta de la fábrica, mientras indica que la maquinaria, que se venderá por venta directa, saldrá en los próximos días.
Cabe tener en cuenta que la compañía de Cabanes arrastra una deuda de 23 millones con las entidades financieras, que, como acreedoras, deben dar su visto bueno a cualquier tipo de venta. Asimismo, entre los acreedores están los 300 trabajadores despedidos, que aguardan el cobro de sus indemnizaciones.
Posible traspaso conjunto
Por la maquinaria, señalan desde Activos Concursales, han mostrado interés bastantes personas, aunque afirman que sobre la mesa está la posibilidad de impulsar un traspaso conjunto de la nave industrial y los equipos como lote único. Al respecto, queda desligada la unidad productiva en sí, ya que la industria cesó la actividad y despidió a todo el personal. De hecho, en la subasta inicial, que ahora está suspendida, el grupo intermediario afirmaba que el cierre de la planta productiva “permite al inversor un escenario sobre el que desplegar su propia estrategia: implantación directa, reposicionamiento del activo, arrendamiento a terceros o desarrollo de un hub logístico especializado”.
De esta manera, habrá que esperar un tiempo para ver cómo acaban los bienes de Frost-trol y si la industria vuelve a reactivarse, bien con la misma marca -que también entra en la puja- o con otra actividad económica. Siempre teniendo en cuenta la preceptiva aceptación de los acreedores.
El juzgado de lo Mercantil acordó la liquidación en agosto, aunque el administrador concursal se dio un tiempo para intentar cerrar una transmisión de la firma a un fondo inversor que trasladó su interés. Este grupo solicitó documentación y requirió correos electrónicos a la antigua plantilla ante una posible reapertura de Frost-trol, pero las negociaciones no avanzaron y esta posible oferta quedó en nada.
En estos momentos, la nave industrial y la maquinaria permanecen a la espera de diversos inversores, que aguardan que se reabra la subasta.