CASTELLÓ. El encarecimiento del alquiler y la escasez de oferta han consolidado en Castellón un fenómeno que antes se circunscribía casi exclusivamente al ámbito universitario: el alquiler por habitaciones. Según los datos del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Castellón, este tipo de arrendamientos representa ya alrededor del 20% del mercado, con precios medios que rondan los 250 euros mensuales y que, en algunos casos, llegan a los 300 euros por estancia.

El presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Francisco Nomdedéu, explica que “el alquiler por habitaciones se ha generalizado ante la falta de vivienda disponible y el incremento constante de los precios”. Un fenómeno que hace unos años parecía únicamente exclusivo de las grandes ciudades o a áreas muy tensionadas del mapa nacional y que ahora está cada vez más presente en Castellón. “La demanda es tan alta que muchos de estos arrendamientos, así como los alquileres de vivienda completa, ni siquiera llegan a anunciarse; se cierran directamente entre particulares o por recomendación, sin pasar por las inmobiliarias”, señala, al tiempo que reconoce que estos establecimientos han visto reducirse su cartera en los últimos años de forma exponencial, presionados también por el crecimiento de los portales inmobiliarios.

Escalada de precios

El auge de este modelo de arrendamiento está directamente vinculado al repunte del precio del alquiler en la provincia. En el último año, el coste de una vivienda en Castellón se ha disparado un 7,2%, según los últimos datos del portal Idealista, y un 9,6% en la capital provincial, de acuerdo con el Índice Inmobiliario de Fotocasa. En la práctica, alquilar una vivienda estándar de 80 metros cuadrados cuesta hoy 764 euros de media, casi 70 euros más que hace un año.

En la ciudad de Castellón, el precio medio alcanza los 8,7 euros por metro cuadrado, con un incremento anual del 10,2%, mientras que localidades costeras como Benicàssim (12,4 €/m²), Oropesa del Mar (9,5 €/m²) o Peñíscola (9,4 €/m²) registran también máximos históricos. En Vila-real, el alquiler medio se sitúa en 7,6 €/m², tras una subida del 11,2% en el último año.

La escasez de oferta se ha visto además agravada por el boom de la vivienda turística, que ha absorbido buena parte del parque residencial disponible. El número de inmuebles destinados a este tipo de arrendamiento temporal se ha duplicado en un año en la provincia, alcanzando ya las 13.095 viviendas, según el registro oficial de la Conselleria de Turismo.

Nuevos perfiles y demanda desbordada

Lo que hace apenas unos años era un mercado limitado a estudiantes universitarios se ha extendido ahora a otros perfiles. “Además de jóvenes que cursan estudios, cada vez más trabajadores que deben residir temporalmente en Castellón por motivos laborales optan por alquilar habitaciones”, explica Nomdedéu. También se detectan casos de personas que reforman su vivienda o se encuentran en proceso de mudanza y recurren a esta modalidad como solución temporal.

Desde el colegio profesional alertan de que la oferta de vivienda en alquiler es mínima y que las inmobiliarias apenas disponen de producto en cartera. “Hay una demanda muy superior a la oferta, y eso genera tensiones en los precios y en la disponibilidad”, añade su presidente.

El resultado es un mercado cada vez más tensionado, donde los arrendamientos por habitaciones actúan como válvula de escape ante la imposibilidad de acceder a una vivienda completa. Un modelo que, de forma progresiva, se ha convertido en la alternativa más viable para muchos inquilinos en una provincia donde los precios del alquiler no dejan de marcar récords históricos.