VALÈNCIA. El funeral de Estado era una excelente ocasión para que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Europarlamento, Roberta Metsola, cumplieran la promesa que hace casi seis meses dieron a las víctimas de visitar la zona devastada por la Dana.
De paso, podrían haberse hecho acompañar por la vicepresidenta de la CE Teresa Ribera, que no se ha acercado a Valencia en estos doce meses de dolor a pesar de que era la ministra que se ocupaba del medio ambiente, de los ríos y del cambio climático cuando ocurrió este desastre medioambiental.
En la UE no tienen la costumbre de bajar a la calle y mucho menos al barro. Por eso, fueron las víctimas quienes tuvieron que recorrer en mayo 2.600 kilómetros para tener un encuentro con las dirigentes comunitarias. Luego se preguntan, desde sus despachos, por qué la ciudadanía siente las instituciones europeas tan lejanas.
A las víctimas les prometieron venir un día, pero será otro día, porque este miércoles en el funeral no estaban Von der Leyen ni Metsola ni Ribera. Las dos primeras mandaron un mensaje por redes.
Según el Gobierno, no habían sido invitadas. Ni ellas pidieron estar.