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en el maestrat y la plana alta

La marcona, una almendra única a punto de desaparecer

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La vuelta al cole del mundo rural es cada vez más corta, escasa y nostálgica. Nos situamos en el interior de Castellón, lo suficiente alejados de la costa como para considerarlo clima mediterráneo. Se acaba el verano y coincidiendo con las últimas fiestas populares de nuestros pueblos se sacan las mantas y las cañas. Este año no hay suficiente cosecha como para llamar a la máquina (unos 65 eur/hora), el palmito que vibra el tronco del árbol para que caigan las almendras de sus ramas. El resultado de este año es desolador, agravado por una tendencia del interior adaptado al secano que, además, amenaza la supervivencia de una variedad tan especial y valorada como la almendra marcona que solo se produce en Castellón.

El marcó, así llaman al almendro de la variedad marcona, es exclusivo de la comarca del Maestrat y el norte de la plana Alta. También hay extensión en Segorbe (Alto Palancia) donde el proyecto de Saborita recupera fincas de variedades tradicionales en peligro de abandono y las trabaja en secano para garantizar su supervivencia frente a las variedades modernas: “La mayoría de las nuevas variedades son de crecimiento muy rápido, buscadas por alta productividad y floración tardía. En estos casos la almendra está menos tiempo en el árbol, la producción de volumen rápido pero a costa de perder nutrientes y grasa”. David Moya, del proyecto Saborita destaca uno de los puntos clave de la particularidad de la marcona: es temprana. Su fruto suele ser grande, con mucho sabor y dulce, “muy valorado en cocina por su alto contenido en grasa, excelente conductor del sabor”, cuenta Ángela Milian de Vinatea (Morella). Es un fruto que siempre aparece por otoño-invierno y que vuelve a la carta con las setas, que pocas hay porque este verano no ha llovido. Crema de huevo frito con cecina de Morella, almendra marcona, setas y trufa. Es común escuchar el apellido marcona en los restaurantes de esta zona. Ángela la compra en Albocàsser, de sobra conocido por Frutos Secos del Maestrazgo, FRUSEMA.

Esta empresa ha vivido a tres generaciones y se dedica a la compra y descascarado de almendra de toda España. Allí nos cuentan que la zona productiva de almendras en Castellón es La Vall d’Alba, los Ibarsos, Rosildos, Atzeneta, Alcossebre, La Torre, Vilar de Canes, Les Coves, Torreblanca y entre las que destaca el cultivo de la marcona que sufre una tendencia descendente. “Aquí el 90% de cultivo siempre ha sido de esta variedad tradicional, la mayoritaria era la marcona, pero los árboles envejecen y las nuevas plantaciones son de variedades modernas más productivas que autofértiles, no necesitan polinizarse para producir”. El marcó es un cultivo muy delicado, es una variedad que necesita de la polinización y con los desajustes climáticos sufre: por un lado necesitan del frío en invierno para poder ser productivas, soportan hasta cuatro grados bajo cero, esto garantiza que la floración no  arranque hasta que llega el clima temperado, sin embargo, la marcona que es de floración temprana corre el peligro de helarse si en marzo o abril las temperaturas bajan. Y con todo esto, “con la sequía el tamaño es menor y con inviernos temperados que vivimos el árbol no descansa y produce muy poco, que es lo que ha pasado este año”. Desde FRUSEMA destacan que las tardías o extratardías suelen ser de interior por eso la marcona (temprana) solo funciona a una distancia prudencial de la costa.

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