CASTELLÓ. Hablar de cerámica en este 2022 es hacerlo, inexorablemente, de las dificultades derivadas de los costes energéticos que atenazan todavía al sector. Las consecuencias de una crisis externa a la principal industria castellonense han motivado muchas de las noticias, prácticamente la mayoría, que corresponden a esta actividad en el año que acaba. 

Los cierres de compañías históricas, como Todagres o Azulejera Alcorense, o las dificultades del resto de fabricantes son sin duda hechos que han marcado la actualidad económica castellonense. 

En la parte positiva, el vigor inversor que ha demostrado en la recta final del año Levantina, que ya prepara su primera planta en territorio castellonense; o en el inicio del ejercicio STN, también han dado que hablar, y que leer, en este 2022.