CASTELLÓ. En la zona del Maestrat está la mayor cantidad de olivos milenarios del mundo. Un patrimonio que la sociedad debería estar obligada a conservar. Su madera es una de las preferidas por torneros o ebanistas para sus trabajos gracias a su belleza interior. “Ningún otro tipo tiene unos acabados tan bonitos ni tan íntimos”, explica Oliver Horst Högl, propietario de Los Oliveros, un taller artesano dedicado a la fabricación de piezas artesanas hechas con madera de olivo que está ubicado en la localidad de Xert.
Horst lleva más de 30 años dedicándose a la transformación de esta variedad de madera y otorgándole una nueva vida. Dos flechazos fueron determinantes para que este ciudadano alemán decidiese dejar atrás la vida en su país y se afincara en Xert. El primero con la comarca. Su primera visita a la provincia fue en 1982 cuando Oliver y su familia pasaron las vacaciones en Benicarló. Gracias a que la dueña de la casa en la que estaban alquilados tenía una amiga en Xert, conoció esta zona del interior del Maestrat. Oliver la califica de “una experiencia profunda e impactante”. La filosofía de vida, la armonía y el carácter de la gente le impulsó unos años más tarde, a dejar su trabajo en la compañía telefónica alemana e instalarse definitivamente en el Maestrat.