El dólar estadounidense opera con debilidad pese a la publicación de cifras económicas que superaron ligeramente las expectativas del mercado. Este comportamiento negativo adquiere relevancia técnica al presentarse cerca del promedio móvil de 200 periodos, nivel clave cuya pérdida se registró a principios de marzo, posicionando al billete verde bajo un ambiente de mayores presiones vendedoras en el corto plazo.
El dato macroeconómico central de la jornada fue el Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2024, que registró una tasa de crecimiento anualizada del 2,4%, superando marginalmente la expectativa previa del 2,3%, aunque mostrando una notable desaceleración respecto al 3,1% del trimestre anterior. Este crecimiento estuvo principalmente sustentado en el gasto del consumidor, que avanzó un 4%, su ritmo más rápido desde el primer trimestre de 2023, y mayores gastos del gobierno (3,1%), los cuales compensaron parcialmente las caídas observadas en inversión fija y exportaciones.
Pese al aparente optimismo económico reflejado en estas cifras, la fortaleza subyacente del dólar continúa siendo cuestionada por las recientes decisiones de política comercial de la administración Trump y el considerable deterioro en el sentimiento del consumidor durante el 1T del 2025. Destaca especialmente el anuncio de nuevos aranceles del 25% sobre vehículos y autopartes importados, medida que entrará en vigor a partir del próximo 3 de abril. Trump denominó este día como el "día de la liberación" de la industria automotriz estadounidense, afirmando que el objetivo principal es estimular la producción local y corregir prácticas comerciales desleales históricas.
Sin embargo, existen riesgos importantes derivados de dicha política, incluyendo potenciales interrupciones en las cadenas de suministro globales, un aumento significativo en precios de vehículos nuevos (entre 4.000 y 12.200 dólares adicionales por unidad), especialmente en automóviles eléctricos altamente dependientes de componentes importados, y una presión inflacionaria que podría obligar a la Reserva Federal a replantear su actual pausa en la política monetaria restrictiva.
Asimismo, la industria automotriz reaccionó inmediatamente con caídas en acciones de gigantes como General Motors, Ford y Stellantis, mientras Canadá y la Unión Europea han expresado fuertes rechazos, evaluando posibles medidas de represalia que podrían escalar las tensiones comerciales globales.
En este contexto, los mercados están atentos a la publicación del reporte de inflación PCE y al índice de expectativas de inflación de la Universidad de Michigan este viernes, métricas que podrían revelar pistas cruciales sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal, la cual se mantiene cautelosamente al margen, evaluando el impacto real de las políticas comerciales del gobierno sobre la inflación y el crecimiento económico.
En definitiva, aunque hoy el dólar mostró debilidad técnica y fundamental, el panorama futuro continúa siendo altamente dependiente de dinámicas políticas y económicas internas e internacionales, lo que promete mantener una elevada volatilidad operacional de cara al futuro próximo.
Quásar Elizundia es estratega de investigación de mercados en Pepperstone