CASTELLÓ. La confirmación de la suspensión de los aranceles a los envíos de productos agroalimentarios de Europa a Estados Unidos, cuyo primer paso se dio en marzo, viene alzando en los últimos días un alud de reacciones. En lo que se refiere a los cítricos, las valoraciones son, como no podía ser de otra manera, positivas, pero las posturas difieren notablemente entre las partes.
Así, además de pedir "un acuerdo" para que la suspensión sea definitiva, La Unió de Llauradors ha vuelto a reclamar al Ministerio de Agricultura, como ya hizo hace tres meses y medio, que negocie un nuevo protocolo de exportación de cítricos a EEUU, ya que el actual "es demasiado exigente y cuesta mucho dinero enviar fruta", señalan los técnicos de la organización agraria.
No en vano, ya antes de los aranceles del 25%, el protocolo actual para la exportación acabó por dejar prácticamente a cero la exportación de naranjas y clementinas valencianas a la costa este estadounidense, a la que Trump dio posteriormente la puntilla.