CASTELLÓ. El artista Miquel Gozalbo expondrá su obra finalmente en la Sala San Miguel de la Fundació Caixa Castelló. Y decimos finalmente, porque no sabía el artista ni el propio coordinador artístico del espacio, Alfredo Llopico, si la muestra que tenían entre manos podría realizarse. Hace aproximadamente una semana que el creador desplazó desde su pueblo natal, Betxí, hasta la capital de la Plana, quince esculturas en hierro cuyo peso oscila entre los 600 y los 5000 kilos. Todo un reto para la organización que no se ha atrevido a anunciar la muestra Espai-Temps hasta el último momento. "Organizarla ha requerido de complejos trabajos de traslado e instalación de las obras. Temíamos que durante el viaje las esculturas se pudieran dañar y por eso esperamos a anunciarla", asegura Llopico.
La obra de Miquel Gozalbo (Betxí, 1961) supone uno de los platos fuertes de la nueva temporada expositiva de la Sala San Miguel. Será el próximo 14 de octubre cuando se inaugure permaneciendo en el céntrico edificio hasta finales de año.
Lleva el castellonense toda una vida trabajando con el metal. Es el material que le permite expresarse como artista y tan estrecha es su relación que ha conseguido crear resultados muchas veces impensables en un material tan robusto. El betxinense moldea el hierro casi como si fuera plastilina. "Gozalbo es un artista que domina la forma y la técnica. El hierro forjado, un materia más duro que el granito, presenta a Gozalbo una ‘resistencia infinitamente maleable’, sin aparentes restricciones, cual serpentinas de papel, generando pliegues meándricos que se retraen hasta su envés más profundo", señalan desde la Fundación.