Opinión

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Un pacto más racista y más negacionista

Publicado: 18/03/2025 ·06:00
Actualizado: 18/03/2025 · 06:00
  • Carlos Mazón y José María Llanos en una imagen de archivo
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VALÈNCIA. Han transcurrido más de cuatro meses desde que la devastadora DANA azotara la provincia de Valencia dejando tras de sí un rastro de destrucción y, lo que es más grave, la trágica pérdida de vidas humanas. Pasado este tiempo, sería lógico que Les Corts Valencianes, como la máxima institución que debe velar por el control de la gestión del gobierno valenciano, que es el único y directo responsable de la protección civil y de la emergencia en la Comunitat Valenciana, estuviese plenamente volcada en esclarecer lo sucedido y en depurar las responsabilidades políticas necesarias para que nunca más se repitan los errores que pudieron salvar vidas.

Sin embargo, la realidad es bien distinta: mientras la justicia avanza y ya hay imputaciones en la causa judicial abierta en Catarroja, las comisiones de investigación en las distintas cámaras legislativas están siendo torpedeadas sistemáticamente por el Partido Popular y Vox, cada uno con su propia estrategia para diluir la responsabilidad del actual Consell.

La Comisión de investigación en Les Corts Valencianes aprobada en diciembre todavía sigue sin ponerse en marcha por la inacción del PP y Vox, un retraso injustificable que solo tiene una explicación: evitar que los responsables de la gestión de la emergencia, los máximos dirigentes del Consell de Mazón tengan que rendir cuentas. 

Mientras tanto, la jueza que investiga la causa penal en Catarroja ya ha citado a declarar como imputados a dos miembros del gobierno valenciano. La pasada semana conocíamos el contenido de los autos de la jueza por los cuales se imputaba a la exconsellera Salomé Pradas y a su secretario autonómico de la emergencia, ya ex también, Emilio Argüeso. E invitaba a comparecer al todavía president de la Generalitat Carlos Mazón, le invitaba, no por cortesía, sino porque en su condición de aforado no puede imputarle, pero todo se andará. La justicia avanza, pero en Les Corts todo sigue paralizado.

Por otro lado, como si de una realidad paralela se tratase, en el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, la estrategia ha sido distinta pero igualmente efectiva para evitar que se esclarezca lo ocurrido. Se ha puesto en marcha una comisión de investigación diseñada a medida de sus intereses políticos.

El Partido Popular impide que comparezcan los responsables de la emergencia y la protección civil en la Comunitat Valenciana. Impide que aquellos que debían salvar a los valencianos y las valencianas de ahogarse, aquellos que debían dar respuesta y no lo hicieron, den cuentas en la cámara territorial. 

La negativa del PP a permitir la comparecencia de los cargos autonómicos en el Senado es una muestra más de su voluntad de que esta comisión no sirva para esclarecer nada, sino para blanquear la deficiente gestión del Consell y desviar la atención hacia otras cuestiones. En paralelo a este veto, los populares han introducido otro argumento con el que intentan cambiar el foco del debate: la supuesta falta de inversiones hidráulicas por parte del Gobierno de España. Como si ellos nunca hubiesen gobernado y no hubiesen dejado caducar las declaraciones de impacto ambiental. Como si las obras hidráulicas hubiesen sido en algún momento de su gestión una cuestión prioritaria. Como si no nos hubiesen demostrado suficientemente su entusiasmo al abrazar el negacionismo de sus socios de ultraderecha que han hecho suyo sin complejos. Hoy más que nunca retomando sus votos con Vox.

En esta misma línea, el comportamiento de las derechas no fue distinto en el Congreso de los Diputados. La comisión de investigación fue aprobada con el voto en contra del pack PP-Vox, evidenciando su reticencia a que se investigue a fondo lo sucedido. La negativa de estos partidos a apoyar la investigación allí donde no pueden controlar a quién se cita y qué documentos se reclaman, hace sospechar su intención de bloquear la búsqueda la verdad y en seguir alimentando la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones.

Mientras tanto, el señor Mazón sigue aferrado al cargo, seguramente por esto mismo, porque mientras esté aforado no podrá ser sentado donde debería estar el primero y declarar, sin mentir, la verdad, dónde estaba el 29 de octubre y por qué abandonó a los valencianos en el peor momento de sus vidas.

Feijóo acabará enterrado con Mazón. No es explicable cómo la dirección nacional de un partido no es capaz de quitar a un barón regional más que amortizado. Quizá es que no solo se cuestiona a Mazón. Recordemos que en el PP no falta quien sin titubeos ejecuta a todo aquel que no comulga con sus intereses. Se ve que a la todopoderosa no le interesa la devaluación a la que nos tiene sometidos, a los valencianos, el peor president de la historia bajo las siglas de su partido, el Partido Popular.

Y, tras el anuncio de ayer, que poniendo como excusa la presentación de los presupuestos autonómicos, el presidente nacional del PP se vuelve a plegar ante Mazón en sus negociaciones por libre con Vox, arrastrándole a un punto donde cede todo su mando a la ultraderecha, con una entrega tan incondicional que no deja de “revolvernos las tripas”, como decía Dolores, víctima de la DANA, con el único objetivo de mantenerse al frente de una Generalitat Valenciana que sigue cayendo en esta huida hacia adelante que solo se frenará cuando el molt indecent president actual libere a los valencianos de esta insoportable situación.

Pero no, insisten en continuar asumiendo los postulados racistas, antimigratorios y machistas. Se abrazan nuevamente al negacionismo climático, atacando directamente al Pacto Verde Europeo, tras el aplauso eufórico de un Abascal que continúa manejando el futuro de todos los valencianos y las valencianas a su antojo. 

Como escribía Hanna Arendt: “los hechos son incómodos y su resistencia puede ser asombrosa, pero no desaparecen simplemente porque se los ignore”. La verdad terminará imponiéndose. La estrategia de dilatación solo retrasa lo inevitable: la obligación de responder ante la ciudadanía por su papel en la tragedia de la DANA.

La alternativa real la lidera Diana Morant al frente de los socialistas valencianos, que le exige al PP que libere a los valencianos y valencianas de una indecencia de gobierno que ya no nos representa. 
Dejen que la mayoría social hable en las urnas y que una verdadera reconstrucción sea posible.
 

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