Crujientemente directo a mi memoria. Este plato me transportó a esos años en los que disfrutaba más de las alitas de pollo fritas que de los tomates. La pota es un icono de la cocina de Miguel Barrera, en La Vall d’Alba, mi pueblo dicho sea de paso, que debería quedarse en el menú para siempre. La laboriosa técnica de vaciar y secar la pota de la forma más delicada posible consigue que al freírla quede en pie. Lista para crujir. Deliciosa y adictiva. La acompaña un caldo de pollo y un velo colagenoso de su interior, aquí se aprovecha todo.
Últimas Noticias
-
1Burriana presenta "Navidad con Arte", una exposición que aúna tradición y talento artístico
-
2Castelló descubre la nueva escultura del 'Ángel Custodio' y estrena el 'Paseo de la Policía Nacional'
-
3Vila-real crea un sello de excelencia para reconocer centros educativos comprometidos con la innovación
-
4Elena Albalat asegura que el Consell dará un impulso a todas las políticas relacionadas con la familia
-
5Elena Albalat: "Somos conscientes de la lista de espera de la dependencia y queremos agilizarla lo máximo posible"
Suscríbete nuestro newsletter
Siempre al día de las últimas noticias