CASTELLÓ. Ascer y sindicatos (CCOO y UGT) han continuado este martes negociando el nuevo convenio colectivo del azulejo y de momento las posturas se encuentran muy alejadas. Estas diferencias en los inicios del diálogo social son habituales y solo cabe recordar que el anterior marco laboral se pactó tras un año de conversiones y después de convocarse un día de huelga. En la anterior reunión, las organizaciones de los trabajadores presentaron 13 propuestas de mejora en las condiciones laborales y, este martes, la patronal se ha agarrado a diversos factores para rechazar sus pretensiones. Entre otros, ha mencionado la caída de un 2,4% de la producción en 2024 respecto a 2023, la posible implantación de aranceles al azulejo español de EEUU, que es el principal mercado exterior, o el impacto de la jornada de 37,5 horas. 

Ascer ha expuesto que, a pesar de una leve recuperación en el plano productivo, las ventas siguen cayendo y se encadenan tres años de caídas en las exportaciones, mientras en materia de costes energéticos, aunque su valor ha descendido estos últimos días, el precio se ha asentado en niveles un 100%-120% más altos que lo que había ante del inicio de la guerra de Ucrania en 2022. Por estos motivos, ha trasladado a la representación sindical la imposibilidad de acceder al conjunto de sus propuestas. También han sacado a colación, han añadido fuentes sindicales, el proyecto de ley de reducción de jornada, una propuesta que impulsa el Gobierno pero que todavía no cuenta con la mayoría del arco parlamentario. 

CCOO y UGT han añadido con que con la subida salarial, Ascer no ha valorado el incremento porcentual propuesto -IPC más un 1% real al año-, pero se ha desmarcado de la posibilidad de incluir cláusulas de revisión. También está en contra de incorporar un plus de 350 euros al mes para las personas que trabajen fines de semana y festivos al sostener que este ya se paga en los turnos.

CCOO y UGT han advertido que la posición de la patronal solo provocará una "precarización laboral" en el azulejo y que el relevo generacional "será cada vez más complicado al ser bajos los salarios y contemplar un sistema de turnos que imposibilita la conciliación".

Las dos partes se han emplazado a otro encuentro este jueves en la sede de Ascer.