CASTELLÓ. Equipe Cerámicas da un paso más en el proceso de descarbonización y desarrollará el segundo horno eléctrico para producir azulejos en su planta de Figueroles. La empresa castellonense activó a finales de 2024 el primer equipo eléctrico de la industria azulejera y ahora lanza uno nuevo con una inversión de cuatro millones de euros, que reemplazará una instalación de gas y evitará la emisión de entre 1.300 y 1.600 toneladas anuales de CO₂ cuando esté funcionando al 100 % de su capacidad.
Según fuentes de la firma, los cuatro millones se destinarán a la instalación del horno y de la maquinaria asociada. Se prevé su puesta en marcha para finales de 2026 y sustituirá uno de los hornos de gas actualmente en funcionamiento. Al igual que el primero, el fabricante será la empresa de Almassora SystemFoc.
De esta manera, Equipe Cerámicas refuerza su liderazgo en la transición energética del sector y pone de manifiesto la viabilidad técnica y económica de esta alternativa. Desde la empresa subrayan, entre otras ventajas, que el horno eléctrico evita la emisión directa de CO₂ al no haber combustión y, además, ofrece mayor eficiencia que uno de gas, “ya que la cámara donde tiene lugar la cocción es mucho más pequeña”. Al respecto, explican que en uno de gas solo el 18 % de la energía térmica se dedica a la cocción de las baldosas, mientras que en el eléctrico este porcentaje aumenta hasta el 45 %, de forma que el aprovechamiento energético se multiplica por 2,5.
Asimismo, el nuevo horno permitirá una reducción del consumo energético de entre un 16 % y un 38 %.

La firma añade que esta instalación también mejora la gestión ambiental al generarse un caudal menor de gases contaminantes, lo que reduce la necesidad de inversión en sistemas de depuración, ya que estos dependen en gran medida de la cantidad de gases a tratar.
Por último, la empresa afirma que la medida mejora las condiciones laborales al disminuir el riesgo de estrés térmico en las proximidades del horno en comparación con los de combustión. “El horno opera con una sobrepresión interna casi nula, lo que disminuye la temperatura de las paredes externas y la emisión de gases calientes al ambiente interno de la planta”, remarcan desde la compañía.
Este proyecto forma parte del plan de acciones que promueve la empresa para descarbonizar el proceso productivo de fabricación cerámica. En el primer horno invirtió dos millones de euros con recursos propios.