CASTELLÓ. Castellón Plaza entrevista al presidente de Ascer, Ismael Garcia, con motivo de la celebración de la feria Cersaie de Bolonia (Italia), que se desarrolla desde este lunes el viernes y en la que participan 71 empresas españolas fabricantes y comercializadoras de azulejos y pavimentos cerámicos vinculadas a la patronal. García se estrena en el cargo tras sustituir este mes a Vicente Nomdedeu. 

-¿Cómo acude el sector a Cersaie? ¿Cuál es la situación?

-La producción hasta junio fue en aumento, igual que las ventas, aunque el primer trimestre fue muy superior, lo cual quiere decir que vamos en un decalaje conforme pasa el año. Ahora tenemos una feria muy importante con la que pretendemos que aumenten las ventas.

 

Espero que el sector se mantenga este año. Ha subido el empleo hasta junio un 3,5% y también ha crecido la producción, en concreto un 4,7%, lo cual nos da hasta junio unos datos positivos. Eso sí, en cuanto a mercados, ahora son más inestables. La guerra de Israel, los aranceles,… nos han aparecido una serie de problemas que el año pasado no teníamos.

 

-Acaba de tomar posesión como presidente de Ascer, ¿con qué ánimo asume el cargo?
-Lo afronto con mucha ilusión, con mucha responsabilidad, con tristeza por las formas. No soy un presidente electo, pero me encuentro una asociación en un estado de salud excepcional. El trabajo que ha hecho Vicente Nomdedeu ha sido superexcelente, por lo tanto, para mí sería una locura no seguir sus pasos.

 

“Espero que el sector se mantenga este año, pero los mercados son ahora más inestables”

 

 

-Ahora mismo el azulejo se ve constantemente amenazado por múltiples factores, ¿en qué va a centrar su labor al frente de la patronal?

-La patronal tiene dos objetivos base: la promoción, tanto de la marca España como de los productos, es decir, buscar mercados de calidad; y la protección. Tenemos que protegernos de productores externos que están llegando a nuestros mercados habituales, donde no estamos jugando en la misma liga porque las condiciones no son las mismas.

 

 

-¿Cómo pueden protegerse frente a estos competidores desleales?

-India paga un impuesto entre el 6,7 y el 9%, aproximadamente, y entre sus costes no tiene las emisiones de CO₂, costes sociales,… Entonces, estamos en desigualdad de condiciones. ¿Nosotros con quién nos podemos equiparar? Pues con Italia, pero, ¿cómo? Trabajando mucho, promocionando mucho. Desde la asociación estamos últimamente trabajando mucho las misiones comerciales, vamos directamente al foco, al prescriptor, al arquitecto. Es trabajar, trabajar, trabajar. Yo siempre he dicho que la cerámica se inventa todos los días en Castellón. Aquí se sale a trabajar todas las mañanas con una visión, que es mejorar. Tenemos la suerte de estar todos juntos en una provincia y tenemos que salir fortalecidos por el empuje, como si fuera una manga pastelera. Nosotros nos encontramos en las ferias, en el restaurante, y eso nos obliga a estar al día.

 

-En los últimos años la relación del azulejo español ha cambiado enormemente, a mejor, respecto al italiano, pero en la última campaña de promoción Italia quedó fuera. ¿Cómo está la relación?

-Jugamos en la misma liga, pero cada uno tiene una regla de juego. Nosotros mostramos nuestras virtudes, porque somos europeos, pero estamos hablando de la cerámica española, de la cerámica valenciana. Aquí nació una idea, hablamos de una educación al consumidor… yo creo que ha sido una gran campaña y va a perdurar.

 

-Cuando hablaba de competidores extracomunitarios, una herramienta que mencionaron en diciembre era la de los certificados de origen, ¿hay algún avance?

-No. Sospechábamos que entraban materiales que después aquí sacaban un certificado de origen español y rebotaban a los mercados. Pero eso hay que demostrarlo. Estamos en contacto con la Cámara para solucionar estos problemas.

 

-En cuanto a las exportaciones, ¿hay temor de que en el segundo semestre, una vez ya en vigor los aranceles, pueda haber un descenso en EEUU? ¿Ha habido acopio de cara al segundo semestre?

-No tengo duda de que ha habido acopio, porque España tiene unos clientes, hasta cierto punto, fieles. Pero no estamos en la peor situación. Nosotros llegamos a pagar casi un 20% de aranceles y hoy estamos en un 15%. A Brasil le han puesto un 50%, más lo que arrastraba del 8,5 o 10%. Pero es que a India, tres cuartos de lo mismo; o Turquía, con el 28%. [En Estados Unidos] no es el peor de los escenarios, al final estamos pagando un 5% más. Por ese 5% no debería haber un frenazo.

 

 

"[En Estados Unidos] no es el peor de los escenarios, al final estamos pagando un 5% más. Por ese 5% no debería haber un frenazo"

 

-¿Y eso es lo que más les preocupa a corto plazo?

-La preocupación real en Estados Unidos no es los aranceles, sino qué va a pasar con el mercado americano, con la capacidad de compra del mercado americano. Nosotros somos un 5% más caro, pero hay otros productos que van a ser un 30, un 40 o un 50% más caros y eso va a erosionar la capacidad de compra del comprador americano, sobre todo en el medio plazo. Podemos enfrentar dentro de un tiempo una caída, general, de consumo en Estados Unidos.

 

-En cuanto a las investigaciones antidumping a India en EEUU, ¿cómo van?

-Seguimos en la espera. De hecho, sería un plus, que mejoraría, no tanto a España, sino a otros competidores, como Brasil, por ejemplo.

 

-Además de todo esto, ¿la política geoeconómica de la administración estadounidense puede tener repercusión en otros mercados?

-El que no venda en EEUU se va a buscar nuevos mercados y vaya donde vaya nos va a perjudicar, sobre todo si viene a Europa. No nos va a beneficiar en nada.

 

-En cuanto al mercado nacional, ¿cómo está la situación?

-El mercado nacional es el más estable. En este momento la menor preocupación que tenemos es el mercado nacional. Además, es muy ágil. El producto lo sacas, lo pones en el mercado inmediatamente, la comunicación es súper rápida. ¿Qué cambia? Los volúmenes. Cuando trabajas con un mercado lejano el cliente tiene que hacer grandes pedidos. En España la carga es constante. De momento no tengo ninguna preocupación por el mercado nacional.

 

-La tendencia a la concentración es una evidencia en el sector y las empresas que no son tan grandes cada día lo tienen más difícil. ¿Qué valoración hace de esta situación?

-Últimamente no veo que estén por invertir aquí. Hay grandes empresas en España que van absorbiendo a otras empresas y esto les da un manejo de su economía y les permite salir al mercado con unos costes más contenidos… y con unos resultados. Pero hay empresas grandes que ganan mucho dinero y hay empresas pequeñas que también ganan mucho dinero, porque han encontrado su rulo, sus diseños. Y después se especializan mucho en mercados. A lo mejor con este tipo de producto no vas a Nigeria, pero en Inglaterra te ofrecen un gran mercado.

 

Ha cambiado el fabricante de azulejos por el inversor. Muchas empresas han pasado a la tercera generación, que es una generación que se lo merece todo… pero es un poquito más complicada. Ahora somos 105 empresas censadas en Ascer pero llegamos a las 200. Todas no cerraron. Hace años los italianos me decían, “España vais por delante porque todavía estáis en segunda generación y aquí ya estamos en la tercera”. De eso hace mucho tiempo.

 

 

-Entonces, ¿cree que se ha frenado esa entrada de inversión extranjera?
-El sector ha cambiado. Pero en realidad la concentración gorda que se está produciendo no es de capital extranjero. Es cierto que puedes alcanzar éxito si tienes un producto muy de nicho, pero en un negocio tan global y con actores tan globales, cuanta más dimensión tienes, más capacidad tienes para competir y para sobrevivir. Lo raro es que no lo hayamos visto antes en un sector tan maduro como el nuestro. Y yo entiendo también que el pequeño tiene otras virtudes, tiene una cintura que el grande no lo tiene.

 

-En cuanto al tema energético, ¿ahora mismo qué preocupa más?
-El gas está más estable y no lo hemos trasladado nunca a los precios del producto. ¿Las emisiones de CO₂? Cuanto menos penalicen, mejor. La cosa es ser estables. Lo que más preocupa al fabricante es la estabilidad. Superamos la crisis de cuando el gas estaba a 300. Las fábricas tuvieron resiliencia y salimos hacia adelante. ¿Qué nos queda? No bajarnos de Bruselas, no bajarnos del Gobierno español, que nos apoyen en la cogeneración, en los costes y que nos ayuden a seguir estudiando y mejorando.

 

-Transcurridos unos meses desde que se anunció el cambio de planteamiento para Cevisama, ¿cómo ve la situación?
-Para mí, personalmente, es una tristeza que no se haga Cevisama. Pienso que crear Cevisama Contract ha sido alargar la marca Cevisama en el tiempo y que no entre en el olvido para valorar qué otro formato de feria se puede trabajar. Estamos a disposición completa de Feria Valencia. Cersaie, como todas las ferias, es la mejor herramienta que hay de acercamiento cliente-proveedor. Vamos allí, por supuesto. Somos 71 empresas, 84 marcas, en 9 pabellones. Y la intención es muy sencilla: promocionar el producto, promocionar tu marca y vender. Yo creo que puede ser una gran feria. Las ferias te abren puertas. Y ves lo que no has analizado en un despacho.

 

-¿Qué idea tiene Ascer para hacer renacer Cevisama?

-Cevisama se ha quedado sin actores en la obra de teatro. ¿Por qué? Yo creo que por proximidad a la propia feria. Nosotros animaremos a los asociados a colaborar, pero no podemos obligar a nadie. Y cuando las cosas han ido bien, la verdad es que se han relajado. El equilibrio que tenemos que hacer en la asociación respecto a Cervisama es total. Nosotros no podemos tomar una posición sobre si Cevisama es bueno o es malo, pero sí vamos a entender que Cevisama es muy interesante para muchas empresas y la apoyamos a muerte. Asistir o no a una feria es una decisión de cada empresa. Somos el primer exportador de Europa y los terceros del mundo y esa fortaleza no es lo que estamos trasladando.