CASTELLÓ. Ascer y los sindicatos (UGT y CCOO) han llegado a un principio de acuerdo en las negociaciones del nuevo convenio colectivo del azulejo en la tarde de este martes. El nuevo marco laboral contempla una subida salarial de un 8% y una reducción en la jornada de 16 horas en tres años.

Ambas partes se han reunido durante más de tres horas y, tras varios recesos, han llegado a un punto común. La delegación sindical proponía de entrada un aumento de las tablas salariales de un 3% en 2026, 3% en 2027 y 3% en 2028, más un ajuste anual de 12 horas en el tiempo de trabajo en los tres ejercicios. Aumentaba en tres puntos el planteamiento de la anterior reunión trasladado por Ascer. La patronal finalmente aceptó una variación de un 3% en 2026 y 2027 respectivamente y de un 2% en 2028, y ampliaba el ajuste en el horario laboral de hasta las 16 horas.

Esta última propuesta fue aceptada por los sindicatos, llegándose a un preacuerdo, cuya ratificación quedará a expensas de las asambleas sindicales y de la junta rectora de la patronal.

Sigue la cláusula de revisión salarial

Así, según fuentes sindicales, el preacuerdo prevé una reducción de la jornada de 16 horas, de las cuales 8 se aplicarán en 2026 y 8 en 2028, de manera que, cuando finalice el convenio, se quedará en las 1.752 horas. Por su parte, los incrementos salariales serán de un 3% en 2026, 3% en 2027 y 2% en 2028, continuando la revisión de la cláusula salarial ligada al IPC, con un tope de un 1% por año de vigencia.

Por otra parte, incluirá la creación de una comisión de turnos de trabajo y la incorporación de un protocolo para hacer frente a fenómenos meteorológicos adversos.

Al respecto, desde CCOO y UGT valoran la propuesta, especialmente la rebaja de 16 horas de la jornada de trabajo, “que la sitúa en equilibrio con el resto de jornadas industriales”.

Se han quedado fuera otras iniciativas demandas por los sindicatos como un un plus para las personas que trabajen en fines de semana y festivos. 

A diferencia de negociaciones anteriores, la negociación ha sido rápida y se ha fraguado en apenas dos meses. También se ha ampliado a tres años el tiempo en vigor. Los dos anteriores convenios se pactaron solo por un año ante las diferencias existentes entre la parte empresarial y social. También cabe tener en cuenta que en los ejercicios pasados el azulejo afrontaba una crisis por la guerra de Ucrania, que disparó los costes energéticos, en primer término, y por la crisis de demanda posterior. Ahora, las empresas experimentan una leve recuperación empujada por las ventas domésticas y una reactivación del mercado europeo.

La industria no está todavía para lanzar las campanas al vuelo, ya que en el mercado internacional persiste una gran incertidumbre, pero los números en producción en el cierre del año son positivos. Además, las exportaciones en septiembre mostraron una mejora en las ventas en la Unión Europea.