CASTELLÓ. El sector industrial instalado en el llamado clúster cerámico de Castellón registró entre los años 2010 y 2023 un total de 64 operaciones de adquisiciones de empresas que sumaron un total de 6.251 millones de euros. El 88% del valor de estas operaciones corresponde a empresas de fuera del citado clúster y, además, un 78% provino de fondos de inversión (sus operaciones significaron 4.528 millones en solo veinte operaciones). Casi la mitad de las adquisiciones -un 49%- realizadas en este periodo tuvieron como protagonistas a grupos empresariales locales que, no obstante, solo supusieron el 11% del valor (706 millones).
En este periodo, además, tan solo se crearon tres nuevas empresas y otras 43 se dieron de baja. En total, la industria de pavimentos y revestimientos cerámicos tiene ahora un 55% menos empresas que en su momento más álgido (2005). El sector de fritas y esmaltes un 32% menos que 1990, el año con mayor número de compañías. Se ha pasado de tener en la primera década del 2000 unas 180 empresas de las que ninguna aglutinaba más del 3 o 4% de la producción de baldosas de todo el sector, a que cinco compañías concentren el 60% de la producción.
Estos son algunos de los principales datos aportados en el informe 'Passat, present i perspectives de futur del clúster ceràmic de Castelló' elaborado por Francesc Xavier Molina Morales, profesor catedrático del Departamento de Administración de Empresas de la Universitat Jaume I de Castellón y editado recientemente por la Fundació Nexe. Molina realiza un estudio de la evolución del clúster cerámico castellonense -consolidado desde los años 60 y 70 del pasado siglo y que ha sido "clave" para la economía local"- analizando diferentes variables de las firmas instaladas en el perímetro delimitado por l'Alcora, Onda, Ribesalbes o Nules. "Entre los últimos diez o quince años, el clúster ha sufrido una serie de transformaciones significativas, entre otras, la superación y las secuelas de la crisis de 2008, el proceso de concentración empresarial, la entrada de grandes fondos de inversión, la pandemia o la crisis energética", sostiene.
Un clúster tecnológico en la periferia del cerámico
Por ello, y tras realizar un análisis de los procesos de adquisición y concentración empresarial de los últimos años, el informe sostiene que, "si la tendencia continúa" el clúster tal y como se ha conocido "está en peligro de extinción". "¿Qué se tiene que hacer? En nuestra opinión, tal vez es hora de pensar en la diversificación productiva si queremos tener expectativas ciertas de futuro para nuestro territorio", recoge el estudio. En este sentido, Molina destaca que los retos medioambientales a los que se enfrenta el sector han activado también un buen número de proyectos tecnológicos en ámbitos como energías alternativas, eficiencia energética, tecnologías verdes o impresión digital, entre otros, en los que participan empresas locales. "Estos nuevos proyectos, junto a los ya existentes, pueden ser el inicio de un clúster tecnológico en la periferia del actual clúster cerámico, interconextado con el primero pero con capacidad de trascenderlo y poder penetrar en otras industrias y mercados", defiende.
En resumen, aboga por "aprovechar la oportunidad que brinda la necesida de mejora en la eficiencia energética y las nuevas fuentes de energía -como el hidrógeno verde- para potenciar un clúster tecnológico en la periferia del cerámico", de tal manera que, en este nuevo escenario, "se pueda mantener un tejido empresarial que sostenga el desarrollo económico del territorio".
Volatilidad de las inversiones
Entre los riesgos de este proceso de concentración y adquisiciones en empresas del clúster, el catedrático de la Jaume I habla de la "volatilidad de las inversiones". Así, señala que el tiempo medio de permanencia de las inversiones realizadas en estos procesos de adquisición ha sido de poco más de cuatro años y medio. En operaciones de más de 25 millones de euros, la media de permanencia ha sido de un año y ocho meses. "Si las operaciones de adquisiciones continúan, hay el riesgo de un proceso especulativo y, por lo tanto, de inestabilidad, con inversiones financieras a corto plazo y valoraciones de las empresas basadas en indicadores particularmente volátiles", afirma. Y ello, asegura, pone en "peligro de extinción" al clúster cerámico tal y como se conocía y aboga por "pensar en la diversificación productiva" si se quiere tener "expectativas ciertas de futuro para nuestro territorio".