CASTELLÓ. La sección sindical de CCOO del centro penintenciario Castellón I afirma que el servicio de asistencia sanitaria está "al borde del colapso". Y, para argumentarlo, el delegado en el centro, Salvador Granero, destaca que actualmente solo un médico y cinco enfermeros se encargan de la asistencia de los 680 reclusos "las 24 horas del día los 365 días del año".
Desde el sindicato indican que llevan más de dos años advirtiendo a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias (IIPP) acerca de la merma progresiva de personal sanitario que la prisión de Castellón está sufriendo y su grave repercusión en la atención a los internos, en el aumento de cargas de trabajo del personal y lo que ello conlleva: el aumento de la conflictividad, el anormal funcionamiento del establecimiento, el aumento de la presión, ya no solo sobre el personal sanitario sino también sobre el personal de vigilancia, etc.
Por ello, Granero apunta que la situación a día de hoy es "desastrosa, de emergencia sanitaria". De esta forma, el delegado de CCOO apunta que, según la relación de puestos de funcionarios (RPT) del centro, deberían prestar sus servicios para el funcionamiento normal del centro 1 jefe de los servicios médicos, 5 facultativos, 7 enfermeros, 4 auxiliares de enfermería, 1 farmacéutica y 1 administrativo. A esto se debería sumar las visitas periódicas de psiquiatría, medicina interna, odontología y óptico.
En cambio, a día de hoy con "tal solo 1 jefe de los servicios médicos en funciones, 5 enfermeros y 1 administrativo" están trabajando en la cárcel de Castelló, indica Granero. Esto obliga "a que el médico tenga que hacer más del doble de las guardias localizadas de las que le corresponde, 15 al mes, incluidos 2 fines de semana", señala el delegado sindical.
Y, a pesar del esfuerzo del personal, "durante todas las tardes del mes, excepto los fines de semana en que hace guardia, 15 noches y dos o tres fines de semana completos" están cubiertos solo con personal de enfermería, debido a que el médico está librando. Esto, además de la sobrecarga que conlleva para el personal, hay que sumar las limitaciones legales, "ya que el personal de enfermería no puede suplir a los médicos", apunta.
Granero resalta además que el centro lleva "más de un año también sin psiquiatra ni internista", cuando "el 39% de los internos sufre alguna patología psiquiátrica". Y es que "las vacantes no se reponen" y esto hace que las bajas laborales y las vacaciones "no se sustituyan". Por ello, el delegado de CCOO resalta que es "imposible", con esta disminución del personal, "prestar un mínimo servicio, aun asumiendo los enfermeros, como ya hacen, además de su trabajo, el del farmacéutico, parte del de las auxiliares y el del administrativo cuando este no está".
Esto ha motivado que, con los medios actuales, el servicio se esté limitando ya prácticamente a la asistencia a demanda y urgente. Y es que la pérdida de personal de forma continuada en los últimos años, a lo que se ha unido una baja recientemente, han convertido "una situación que hace años era puntual en estructural". Esto está suponiendo "un verdadero riesgo psicosocial y de salud para los profesionales como consecuencia del estrés, la ansiedad y la presión asistencial que tienen que soportar".
Por todo ello, desde CCOO exigen dar una solución cuanto antes a la grave situación. Para ello solicitan "la contratación urgente de al menos dos facultativos, un enfermero, dos auxiliares de enfermería y renovar los acuerdos asistenciales de psiquiatría e internista", para así evitar que la situación siga empeorando y lleguemos a no poder garantizar la asistencia a los internos. En caso contrario, "el contexto puede empeorar este verano", cuando el centro se quede sin ningún facultativo, lo que puede motivar "consecuencias totalmente impredecibles".