CASTELLÓN. La negociación del convenio de los collidors, que agrupa a unas 14.000 personas en la provincia de Castellón y unas 30.000 en toda la Comunitat, llega a la fase decisiva. Y lo hace marcado por la decisión de Comisiones Obreras, que de forma unilateral anunció ayer que la convocatoria de huelga es "inminente". De hecho, de no avanzar el miércoles, cuando se retoma la negociación, hacia el acuerdo, el sindicato ha señalado ya el periodo en que se llevarán a cabo los paros: del 26 de diciembre al 14 de enero. En plenas fiestas navideñas.
El anuncio llega después de que fueran los propios sindicatos los que solicitasen ayer un plazo de 48 horas para analizar la última propuesta de la patronal. Esta fija un aumento salarial de un 1% para cada uno de los cuatro años de vigencia del convenio, la mitad del 2% que solicitan las organizaciones sindicales, que piden además la garantía de que el aumento siempre será, al menos, igual al IPC. También recoge la voluntad patronal de que el 65% de la plantilla esté formada por trabajadores fijos discontinuos (los sindicatos piden el 80%) y un salario mínimo de 8 euros por hora para cuando el jornal a destajo sea menor, cuando, como señalan desde UGT, el precio de la hora está fijado "en 10,24 euros".
Ante esto, desde CCOO manifestaron su negativa de forma rotunda: "Si no se dan las circunstancias para una negociación a largo plazo, lo mejor sería una prorroga que mantenga el poder adquisitivo de los trabajadores y a su vez permita evaluar el futuro con más frialdad" e invitó a la patronal "a reflexionar" para presentar "una última propuesta que posibilite alcanzar un acuerdo de convenio justo para todos".
Así las cosas, las posturas todavía están muy lejanas, pero al concluir la reunión nada hacía prever que CCOO lanzase el ultimátum, que incluso cogió por sorpresa a los miembros de la mesa negociadora de UGT. Desde CCOO animaron a UGT a actuar en pro de una "unidad de acción en torno a una posición común que recoja los objetivos marcados en la mesa negociadora", es decir, que se sumen a su propuesta de paros.
El actual es el primer convenio después de muchos años en que los dos sindicatos tienen el mismo peso en la mesa negociadora, por lo que es muy complicado que pueda firmar uno de los dos y no el otro, como ha sucedido en años anteriores, cuando CCOO se negó a firmar acuerdos que sí rubricó UGT. Y es que así no tendría vigencia plena el convenio y cada trabajador debería firmarlo por su cuenta para que le fuera aplicado.
