ALICANTE. ¿Qué falla en la relación entre Pedro Sánchez y Ximo Puig? ¿Y por qué siempre la afectada es la provincia de Alicante? Esas dos preguntas que cualquier ciudadano podría hacerse después de las últimas decisiones de Gobierno de España, que han vuelto a dejar a la segunda (Alicante) y tercera ciudad (Elche) de la Comunitat Valenciana sin sus proyectos para acoger agencias estatales dentro del proceso de descentralización abierto por el propio Ejecutivo central. Elche pugnaba por acoger la Agencia Espacial Española (AEE) y Alicante, la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia). Sevilla acogerá la primera: A Coruña, la segunda. En el seno del Gobierno valenciano hay una verdadera decepción, e incluso, se habla de chasco: reconocen que disputar a Sevilla la sede de la Agencia Espacial era difícil, pero confiaban en que la sede de la Aesia sí que podía ir a Alicante.
Quizás podría hablarse de una partida perdida (o dos), lo que sucede es que sobre la provincia de Alicante llueve sobre mojado: los agentes sociales; las instituciones y los partidos políticos ya han tenido que revolverse contra la confección de los Presupuestos Generales del Estado, que dejaron a Alicante en mal lugar y las cuentas fueron enmendadas, y sobre los diferentes cambios que sufre una infraestructura hídrica como el trasvase Tajo-Segura.
La elección de Sevilla y A Coruña como sedes de las agencias no ha sentado bien no sólo en Alicante, sino también en aquellas ciudades que había presentado proyecto para luchar por ella. Pero en el caso de la Comunitat Valenciana, ha sido otra oportunidad para que los grupos de la oposición y algunas instituciones de Alicante arremetieran contra la gestión de Ximo Puig; su relación con Pedro Sánchez y el escaso de peso en las decisiones que afectan al sur de la Comunitat. El Partido Popular, quizás, con más dureza porque habían trabajado de manera conjunta con esos proyectos, especialmente, el de la Inteligencia Artificial, y cuya sede iba a estar en Alicante capital, donde Generalitat, Diputación y Ayuntamiento colaboran y compiten a la vez en los proyectos de transformación digital.
Dentro de la doble decepción hay matices. Fuentes del Gobierno valenciano que han estado trabajando en las dos candidaturas reconocen que el gran fiasco supone no haber sido elegidos para acoger la sede de la Agencia de la Inteligencia Artificial. ¿Las razones? La primera, era una candidatura impulsado por la propia Generalitat, que había generado unidad con las universidades de Alicante y Elche y con las instituciones, Diputación y consistorio. La segunda: era una apuesta fuerte de la Generalitat porque ponía sobre la mesa todas sus herramientas, algunas de ellas, singulares, como contar con la Fundación Ellis o la formación que las universidades de la Comunitat ofrecen en Inteligencia Artificial. Además, grandes gurús de la IA como Nuria Oliver y Andrés Torrubia había hecho campaña por la causa.
En la Conselleria de Innovación aún siguen pensando que la apuesta de Alicante era mejor, que quizás su rival era la candidatura de Granada, pero no esperaban que fuera A Coruña quién se llevara el gato al agua. En la exposición del motivos, el Gobierno ha justificado que el paquete de ayudas propuesto por la candidatura de A Coruña, así como el apoyo de Galicia y el ecosistema formativo y empresarial del país. También que Galicia se convierta en uno de los territorios donde desplegar el Perte de la Nueva Economía de la Lengua, ya que tanto A Coruña como Santiago de Compostela cuentan con grupos de investigación en el campo del procesamiento de lenguaje natural.
La ministra ha subrayado que la comunidad autónoma ofrecerá ayudas a la movilidad para los trabajadores desplazados y sus familias con apoyo en materia de vivienda como uno de los puntos fuertes de la candidatura.
Además ha puesto en valor el ecosistema empresarial que ha apoyado el proyecto, así como la red universitaria y de formación. De hecho, en un comunicado posterior, el Ejecutivo hace hincapié en los proyectos internacionales en este campo de las universidades gallegas, así como las empresas tractoras existentes y su relación con la universidad.
Bien diferente era el contexto de la candidatura de Elche por la Agencia Espacial Estatal. La candidatura era del ayuntamiento ilicitano y a ella se había sumado la Generalitat, a pesar de que cuando se presentó se estaban estudiando otras alternativas y formatos para la candidatura. Asimismo, también se conocía que había rivales de más entidad, como reconocen fuentes del Consell, como era el caso de Sevilla principalmente, dejando detrás a Tres Cantos, la otra gran propuesta, aunque sin el requisito descentralizador al estar al lado de Madrid, o Teruel, también con recorrido pero 'condenada' por la falta de conexiones. La ciudad ilicitana había logrado armar una iniciativa de calado, muy completa y con todos los requisitos, pero se asumía que iba a ser una misión mucho más compleja por la entidad de la favorita, la candidatura andaluza, con una amalgama de entorno investigador, industria directa o auxiliar del sector, y el polo tractor de ser otra capital.
Hay otras opiniones en el seno del Gobierno, no tan dramáticas con el resultado de ambos concursos. Sostienen que era una partida, que se podía ganar o perder, pero que seguirán existiendo oportunidades siempre y cuando el Gobierno siga sacando opciones para descentralizar otras instituciones.