VALÈNCIA (EFE). China es, de lejos, el mayor proveedor de la Comunitat Valenciana con un volumen de importaciones de 4.700 millones de euros en 2021 y un aumento acumulado del 68 % en los últimos cinco años, y es el país de Asia, junto con Singapur, donde existe un mayor número de empresas valencianas implantadas.
También es el primer mercado en Asia para los productos valencianos, pero las exportaciones al país representan poco más del 10 % de las importaciones (491 millones en 2021).
China acapara el 15,9 % de las importaciones valencianas, por delante del 7,7 % de las procedentes de Italia, el 6,9 % de Francia y el 5,7 % de Estados Unidos, según el último informe de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Los productos que suministra China a la Comunitat son, por este orden, aparatos y material eléctrico, máquinas y aparatos mecánicos, muebles, sillas y lámparas, calzado, juguete, materias plásticas, artículos de textil-hogar, manufacturas de cuero, productos químicos orgánicos, caucho, guarniciones, prendas de vestir de punto y manufacturas de hierro y acero.
Además del aumento de las importaciones chinas, se ha producido un sustancial incremento del valor de las importaciones de países de la ASEAN (Sudeste asiático) como Tailandia, Vietnam, Indonesia y Malasia, así como de Corea del Sur, debido al notable dinamismo de las compras de materias primas y semimanufacturas tanto en valor como en cantidad.
Estas compras son de hierro y acero, aluminio y manufacturas, caucho y neumáticos, aceite de palma, tejidos, cocos, té y otras preparaciones alimenticias, productos químicos y cosmética, y aparatos eléctricos, según recoge un informe sobre el Tratado del Pacífico de Cámara Valencia.
Este crecimiento de las compras se ha mantenido en los dos últimos años a pesar de las dificultades en el transporte marítimo entre Asia y Europa, tanto en cumplimiento de entregas como en el coste, y del fuerte aumento de los precios de las materias primas en los mercados internacionales.
Desde la firma de la nueva RCEP (Asociación Económica Integral Regional), que incluye 15 países de Asia Oriental y Pacífico (China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y diez economías de la ASEAN: Brunei, Camboya, Laos, Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Singapur, Vietnam y Myanmar), las importaciones valencianas procedentes de esos países se han duplicado en importe.
De esos quince países, sólo en cuatro las empresas de la Comunitat Valenciana venden más que compran y son Singapur, Filipinas, Australia y Nueva Zelanda.
El informe también recoge los movimientos de capital entre la Comunitat y los países de la RCEP, que reflejan un aumento de las inversiones valencianas en los países asiáticos en los últimos años, a pesar de la pandemia, y la paralización de las inversiones asiáticas en 2020 y 2021 tras un sustancial crecimiento hasta 2019.
Si en 2015 las inversiones valencianas en esos países eran de 2 millones de euros (un millón a China), en 2021 (hasta septiembre) ascendían a 16,5 millones y, al contrario, las inversiones llegadas a la comunidad pasaron de 400.000 euros en 2015 a 39 millones en 2019, mientras que en 2020 se quedaron en 13,3 millones y en 2021 no llegaron al millón.
Se prevé, según el informe, que las inversiones de empresas valencianas en los mercados asiáticos se mantendrán al alza, para facilitar la entrada en dichos mercados y pasar de la mera exportación a la implantación e internacionalización de la empresa.
Actualmente, China y Singapur son los países con un mayor número de empresas valencianas implantadas, con 50 y 10 respectivamente, en tanto que Japón es el país con mayores inversiones empresariales en la Comunitat (25).
La industria cerámica y la de material y aparatos eléctricos son las que mas han invertido en los países ASEAN.
En China, la tipología de empresas valencianas que se han implantado es muy diversa, de los sectores cerámico, químico, productos metálicos, transporte, bienes de equipo o calzado; en Japón, las empresas que han decidido implantarse se caracterizan por un elevado nivel de I+D (energías renovables, salud) o de diseño (mueble), en línea con el nivel de exigencia del mercado japonés.