MADRID (EP). La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) considera que la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) es necesaria para mantener el equilibrio del sistema y evitar mayores subidas en el recibo de la electricidad, aunque cree que "la solución óptima" a medio plazo tendría que pasar por una reforma global de la fiscalidad energética y medioambiental.
En su informe sobre el anteproyecto de Ley del FNSSE, el mecanismo propuesto por el Gobierno para trasladar el coste de las primas a las renovables del recibo de la luz a todas las energéticas, el regulador cree que este sistema proporciona una señal de precio de energía más adecuada que la del modelo vigente y garantiza la sostenibilidad del sistema eléctrico, "elementos necesarios para la descarbonización de la economía".
Además, la CNMC cree que mantener el sistema vigente de financiación de dicho coste en un contexto como el actual marcado por la menor demanda eléctrica, que se ha visto acentuada por la crisis del Covid-19, una disminución de los ingresos regulados, un incremento de la eficiencia energética y una mayor penetración de las renovables, conllevará "elevar los cargos que pagan los consumidores de electricidad, particularmente domésticos y pymes, y aumentará el endeudamiento futuro del sistema eléctrico".
La CNMC subraya que, en un contexto de transición energética en el que todo el país, y no solo el sector eléctrico, es el sujeto de los compromisos climáticos, el modelo de financiación de las energías renovables (RECORE) que plantea el anteproyecto "está más próximo al uso final de la energía y da señales más adecuadas de precios que las del modelo vigente".
En la actualidad la financiación procede, fundamentalmente de los peajes de acceso de los consumidores de electricidad y a partir de este año está prevista su financiación a través de los cargos, una vez que entren en vigor las metodologías de peajes de redes del regulador y de cargos del Gobierno.
No obstante, advierte de que la solución óptima a medio plazo tendría que dirigirse hacia "una reforma global de la fiscalidad energética y medioambiental", que debería tener en cuenta todos los consumos energéticos, no solamente el eléctrico, y "aplicar el principio de 'quien contamina, paga', de forma que diera señales adecuadas para la descarbonización de la economía a todos los consumos energéticos".
En su informe, la CNMC también aborda los impactos de la creación del fondo para los distintos sectores. En el caso del consumidor doméstico eléctrico indica que en 2025 la factura eléctrica de los conectados en baja tensión se reducirá entre el 9% y el 11% (entre 11 euros/MWh y 17 euros/MWh).
En lo que se refiere a la factura eléctrica de los consumidores electrointensivos se reducirá entre el 2% y el 5% a (entre 1 euro/MWh y 7 euros/MWh) dependiendo del nivel de tensión al que estén conectados, con reducciones menores cuanto mayor sea la tensión de conexión.
Por el contrario, la factura eléctrica del resto de consumidores no electrointensivos conectados en alta tensión (peajes 6.2 TD, 6.3 TD y 6.4 TD) aumentará entre el 5% y un 7% (entre 3 euros/MWh y 5 euros/MWh).
De esta manera, para el consumidor industrial, tanto en el caso de los precios de la electricidad como del gas, la CNMC considera que el mecanismo de compensaciones que se establezca deberá resolver "los posibles impactos en los precios para no afectar a la competitividad de la industria".
Por su parte, para el consumo de productos petrolíferos, el organismo presidido por Cani Fernández señala que los consumidores finales en el año 2025 podrían estar soportando un gasto en hidrocarburos líquidos superior al actual de entre 4 céntimos por litro o más de 6 céntimos por litro.
Estas cifras suponen que para el titular de un vehículo que consuma 6 litros cada 100 kilómetros y recorra 20.000 kilómetros en el año, su gasto anual en carburante se verá incrementado en 2025 entre 52 euros y 75 euros al año.
El Gobierno dio luz verde a finales del año pasado al anteproyecto de Ley para la creación de este fondo, que prevé la retirada progresiva del recibo de la luz los casi 7.000 millones de euros de ayudas a las renovables en el pasado.
La aportación de las empresas al FNSSE será progresiva, partiendo de un total de 954 millones de euros -el 20%- a repartirse en el primer ejercicio, hasta asumir unos 4.765 millones de euros -el 100%- al quinto.
De esta cifra en 2025, el sector petrolero asumirá el 43,7% (unos 2.085 millones de euros), el eléctrico el 31,5% (unos 1.500 millones de euros) y el gasista el 24,8% (unos 1.181 millones de euros).