CASTELLÓ. La armonía exhibida hasta ahora entre el PSPV-PSOE y Compromís en la Diputación de Castellón apenas ha durado unos meses. La moción anunciada por el Partido Popular acerca de los "peajes blandos" en la A7 ha sacado a relucir que, aunque en el fondo existe sintonía de gobierno, en las formas se imponen las directrices marcadas desde las direcciones autonómicas, ostensiblemente diferentes entre una formación y la otra.
La coalición nacionalista impidió este lunes un acuerdo entre los cuatro grupos con representación (Ciudadanos es el cuarto) para presentar una moción conjunta en contra de las cargas impositivas en autovías gratuitas, como valora aprobar el Ministerio de Fomento. La negociación, que ha dejado el posible entente para el siguiente pleno, a finales de mes, alcanzó un punto muerto cuando Compromís planteó incluir, como cláusula, que las ampliaciones del peaje en la AP-7 durante los últimos años se produjeron bajo gobiernos socialistas y populares.
Esa condición, poco entendible desde el PSPV y PP al considerar más importante mirar hacia el futuro que detenerse en el pasado, supuso un freno en las conversaciones. Tanto es así que no hubo manera de avanzar pese a la voluntad de las partes respecto a la búsqueda de un consenso. Finalmente el Partido Popular, que había presentado la moción, decidió retirarla del orden del día del pleno de este martes para darse todos un tiempo de reflexión y volverse a emplazar en las próximas semanas.
La actitud de Compromís, en realidad, no cogió por sorpresa al resto de interlocutores teniendo en cuenta los anuncios realizados por diputados nacionales y senadores nacionalistas semanas atrás. Sirva como ejemplo lo expresado por Carles Mulet el 12 de agosto, lamentando que "el gobierno español esté estudiando cómo seguir cobrando peajes a sus usuarios, cuando debería recordar la injusticia que ello supone para quienes vamos camino de haber estado pagando peajes durante casi medio siglo”.
El pleno de este martes en la Diputación, primero tras las vacaciones, estará marcado por la toma en consideración del cese de Manel Martínez como diputado. El PP aprovechará la coyuntura para recordar que "resulta incomprensible que, habiendo dimitido el 30 de julio, el decreto se haya tramitado el 30 de agosto para dejar de percibir sus retribuciones a partir del 1 de septiembre".
Martínez, además de formar parte de las comisiones de Concertación y Cordinación y Ciudadanía, se encargaba de la oficina técnica, ingeniería interna, parque móvil y escuela taurina.
Luisa Monferrer, concejala en el Ayuntamiento de Borriana y suplente del partido judicial de Nules, tendrá que esperar a la siguiente sesión ordinaria para tomar posesión en sustitución del citado Martínez. Al no haber decretado el presidente de la Diputación de Castelló, José Martí, el cese cuando se produjo, comunicándolo además a la Junta Electoral Zonal, la incorporación de la nueva diputada provincial todavía se demorará unas semanas más.