CASTELLÓ (EP). La secretaria autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Paula Tuzón, ha participado en el acto de liberación de dos crías de quebrantahuesos en el parque natural de la Tinença de Benifassà, que acoge desde 2018 el proyecto de reintroducción Benvingut de nou, Crebalòs.
El programa consolida así el objetivo de restaurar la riqueza biológica de la Comunitat Valenciana, con la recuperación de esta especie que se extinguió en este territorio a finales del siglo XIX y que ha vuelto a asentarse y a sobrevolar el cielo de la Tinença, según ha informado el Consell en un comunicado.
Las dos nuevas crías, que los escolares de la zona han llamado Coco y Celest, proceden del centro de cría en cautividad Guadalentín, en Cazorla, y han sido cedidos por la Vulture Conservation Fundation, entidad que coordina la recuperación del quebrantahuesos en toda Europa.
Paula Tuzón se ha referido a este proyecto como "de gran importancia y relevancia", primero -según ha dicho- porque pone de manifiesto la necesaria colaboración entre distintas entidades y administraciones, y segundo porque se introduce de lleno en el mundo rural, en su desarrollo y "en el papel fundamental que juega el entorno en la vida de las personas".
"Quizás este año, más que nunca, y por la situación especial de crisis sanitaria que estamos viviendo, somos más conscientes de la importancia de la biodiversidad y de cómo esta nos hace menos vulnerables frente a crisis que tiene que ver con nuestra interacción en el medio natural", ha añadido.
La secretaria autonómica ha señalado la importancia de este proyecto, que no solo pretende la reintroducción de un ave muy característica en las montañas de Europa, "sino que también pone en valor la riqueza natural que posee este maravilloso territorio".
Además, también ha querido dar las gracias, no solo a las entidades que colaboran en este proyecto, sino también a las personas que habitan en estas tierras y que trabajan cada día para mantenerlas y a su vez activarlas para ofrecerles un futuro basado en la tradición y la modernidad siempre de la mano del respeto al medio y a los recursos naturales.
Con la llegada de estas dos nuevas crías, son ya seis los polluelos introducidos, que se suman a los tres adultos dentro de las dos líneas paralelas de trabajo de la Conselleria. Por un lado de crianza de pollos que llegan con tres meses de edad y por otro de adultos silvestres de la población natural de Pirineos.
Los primeros pollos que llegaron a la Tinença en mayo de 2018 fueron los machos Amic y Alòs, también procedentes del centro de cría en cautividad de Guadalentín (Cazorla).
Alòs permaneció en la zona de reintroducción hasta septiembre de ese mismo año, cuando empezó a desplazarse por el Sistema Ibérico hasta llegar a La Rioja, entre la Sierra de la Demanda y los Picos de Urbión. Permaneció allí hasta el mes de noviembre, para regresar a la zona de reintroducción donde se quedó hasta marzo del 2019, mes en el que se desplazó al Pirineo donde se encuentra desde entonces.
Amic ha mostrado un mayor apego a la zona de reintroducción, de la que apenas salió en los primeros meses, en junio de 2018, hacia tierras riojanas y sorianas volviendo a la Tinença en octubre donde permaneció hasta principios de este año.
Los pollos Boira y Bassi, procedente el primero del centro de cría de Guadalentín y el segundo del de Vallcalent (Lleida), llegaron a la Tinença en el mes de junio de 2019 y hasta el mes de octubre los dos ejemplares han permanecido muy fijados en la Tinença, aunque empiezan a explorar las comarcas vecinas.
La técnica para conseguir que la especie vuelva a reproducirse en la comarca, tras más de un siglo de ausencia, es la conocida como 'hacking' o crianza campestre. Este método se basa en traer pollos nacidos en cautividad e instalarlos en un nido artificial en hábitat adecuado para que pasen un mes en ese lugar e inicien sus primeros vuelos desde allí.
Con esta técnica se consigue que las crías asocien el lugar de su suelta a su lugar de nacimiento, de manera que, cuando lleguen a la edad reproductora, que se produce en torno a los 6-10 años, seleccionen estos parajes para criar, ya que la especie, a pesar de moverse por amplios territorios durante su fase juvenil, suelen seleccionar para reproducirse lugares próximos a donde nacieron.