CASTELLÓ. La Conselleria de Hacienda mete la directa con la reforma del edificio de Borrull. Además de haber iniciado la licitación de la obra civil, ahora saca a concurso los contratos complementarios por un importe de 150.208,56 euros y 22 meses de cumplimiento, los mismos que abarca la rehabilitación del inmueble. Se trata de los lotes sobre las direcciones de ejecución de la estructuras y de los proyectos de instalaciones, así como de coordinación en materia de seguridad y salud.
Aunque el presupuesto global de los expedientes resulta casi irrisorio en comparación con el valor de la rehabilitación del inmueble (18 millones de euros), los servicios son fundamentales para vigilar, controlar y dirigir la construcción. Es más, sin ellos sería imposible acometer una restauración tan compleja y que se prolongará hasta 2023, el mismo plazo estipulado para las asistencias menores.
Las empresas interesadas en pujar por los contratos tienen hasta el 15 de enero de 2021 para formalizar sus ofertas. A partir del 18 del mismo mes comenzará la valoración de las propuestas, abriéndose la última plica con los criterios económicos el 5 de febrero. Estos tiempos coinciden más o menos con los intervalos fijados para la adjudicación de la mejora de Borrull, ya que la baremación concluirá el 13 del próximo mes, aunque la propuesta de adjudicación no se validará por parte de la Generalitat hasta unas semanas después. A pesar de que la Mesa de Contratación elevará el nombre de la UTE o mercantil vencedora, la aprobación definitivamente deberá pasar por el Consell.
Para comenzar la actuación, la concesionaria deberá disponer también de la licencia de obras, que todavía no ha sido convenida por la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Castelló. La petición, formulada por la propia Conselleria, se encuentra pendiente desde septiembre. Sin embargo, la complejidad de la autorización está demorando el acuerdo, toda vez que el documento ha de recoger aspectos tan importantes como la retirada de cascotes y otros materiales o el plan de seguridad. En cualquier caso, desde Hacienda se confía en que ese permiso estará listo antes de que concluya el concurso público para adjudicar el proyecto.
Y es que la administración autonómica ha puesto un especial interés en cumplir los plazos con la reforma de Borrull. De hecho, más allá de haber impelido los distintos procedimientos administrativos (contratos principal y auxiliares), ya ha facultado la retirada de escombros en el interior del edificio. En concreto, aquellos derivados por las catas realizadas previamente. Asimismo, ha adjudicado a la empresa Limpiezas Rasa la instalación de contenedores para realizar dicha tarea, que incluye tanto el transporte como la desinfección.
Por lo que se refiere a la licitación de la restauración de los antiguos juzgados de Castelló, 12 mercantiles y una Unión Temporal de Empresas (UTE) concurren en el proceso. Entre los licitadores destacan las castellonenses Gimecons-Ecisa y Becsa SA. El pasado 10 de diciembre se oficializó el nombre de las postulantes, mientras que seis días más tarde se abrió el sobre con los criterios técnicos. Esa primera evaluación arrojará luz sobre aquellas firmas con más posibilidades de llevarse la obra civil al adquirir la condición de favoritas por su mayor puntuación.
La reforma integral de Borrull girará en torno a un gran patio central y ajardinado, que dividirá el edificio en dos áreas para albergar distintos negociados del Ayuntamiento de Castelló, por un lado, y acoger los servicios sociales municipales y autonómicos, por otro. El proyecto solucionará problemas de espacio y funcionales mediante distribuciones versátiles susceptibles de adaptarse a modificaciones en el reglamento orgánico de los departamentos. Se mejorará igualmente la asistencia a la ciudadanía, toda vez que se centralizarán en un único recinto y además, como consecuencia, se podrán rescindir contratos de arrendamiento en aras de una mejor optimización del patrimonio.