CASTELLÓ. La Conselleria de Educación construirá un colegio público en Cortes de Arenoso para contribuir a frenar el éxodo demográfico en esta localidad y en los pueblos cercanos. Será un centro educativo con una unidad de Infantil, otra de Primaria y no tendrá comedor. La Comisión Territorial de Urbanismo de Castellón ha dado luz verde a la permuta de calificaciones de suelo que tramita el Ayuntamiento desde julio de 2018 para poder ceder a la Generalitat el solar donde se construirá el colegio.
Inicialmente, la pretensión municipal era ubicar el centro educativo en la pedanía de San Vicente de Piedrahita. Sin embargo, el ejecutivo local cambió de opinión ante la dificultad para obtener el terreno y decidió que se ubicara en una parcela municipal de la calle Miguel Garrido Marín, en el propio núcleo urbano de Cortes de Arenoso. El colegio ocupará 1.304 metros cuadrados del solar y el resto será residencial.
La parcela municipal donde se ubicará el colegio iba a ser destinada a una zona verde de 544 metros cuadrados. Con la permuta urbanística en ciernes, ese mismo jardín se construirá en el solar de la pedanía de San Vicente de Piedrahita donde se proyectó inicialmente el colegio. Los restantes 350 metros cuadrados se reservarán para uso dotacional múltiple.
Cortes de Arenoso contabilizaba 317 habitantes el pasado 1 de enero de 2018. La tendencia demográfica es a la baja pero está estabilizada desde el año 2014, cuando había censados 318 vecinos. El nuevo colegio y la futura ampliación de la planta embotelladora, avanzada desde Castellón Plaza, son los dos aspectos a los que se agarran las autoridades locales para evitar que el padrón de habitantes siga en descenso.
El nuevo colegio de Cortes de Arenoso no la única infraestructura educativa que proyecta la Generalitat en el interior de la provincia de Castellón para frenar el éxodo demográfico. Por ejemplo, en Barracas (Alto Palancia) el Ayuntamiento también tramita una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá la obtención en la calle Teruel de una parcela de 1.461 metros cuadrados donde se ubicará el nuevo colegio público, en el conocido popularmente como Paseo del Ventorrillo.
En el caso de Barracas, tras la fuga masiva de vecinos entre los años 60 y 80 del siglo pasado, su población se estabilizó en los 201 habitantes del año 2012, la cifra más alta desde 1987. Sin embargo, en los últimos seis años la tendencia a la baja es preocupante y ha dejado el censo en 169 vecinos, los contabilizados a 1 de enero de 2018.