Gracias a este medio por darnos la oportunidad de contar qué somos y qué hacemos en el puerto de Castellón a través de esta columna de opinión que hemos querido llamar Fresnel. Se trata de una lente que se usa en los faros marítimos y que es especial porque proyecta un haz más potente del habitual gracias a su gran apertura. Igual que los faros precisan de marineros, éstos no podrían llegar a buen puerto sin esa señalización marítima.
Eso es, en esencia, el puerto de Castellón. Abrimos y proyectamos nuestra estrategia a este mundo global en el que los puertos tienen mucho que decir. Y queremos ser además el mejor destino para nuestros clientes.
Todos los puertos tenemos un doble objetivo general: fomentar el crecimiento sostenible generando un impacto positivo en nuestra sociedad; es decir, ser el mejor aliado de nuestros sectores productivos y también de toda la sociedad. Me gusta pensar que nuestras acciones siempre deben compensar esa enorme balanza, no siempre equilibrada. En un platillo, la generación de actividad económica y de empleo; y en el otro, la preocupación por aquello que pasa más allá del muelle, la gestión medioambiental. En definitiva, ser un buen vecino y fomentar la convivencia puerto-provincia. No puedo entender la gestión de un puerto sin esa doble visión.
"Una vez más, el sector cerámico ha demostrado su resiliencia y sigue apostando por nuestro puerto".
Hoy quiero hablar de ese primer platillo de la balanza, en el que el tráfico de mercancías tiene mucho que decir. Es momento de hacer balance del complejo 2020 que hemos dejado atrás y marcarnos retos para este 2021 de incertidumbre heredada. Las cifras nos dejan un descenso del 10,54% del tráfico total respecto el 2019. Un dato que viene muy lastrado por la disminución de un 34% en mercancía general, pero también por el dinamismo de nuestros sectores productivos y que en la segunda mitad de año ha servido para que el retroceso en graneles sólidos y líquidos (-5,22% y -7,55% respectivamente) no haya sido tan pronunciado como se preveía en el momento más duro de la pandemia. Una vez más, el sector cerámico ha demostrado su resiliencia y sigue apostando por nuestro puerto. ¿Son malos datos para haber sido un año covid? No. ¿Estos datos son fruto de la pandemia únicamente? Tampoco. PortCastelló ha aguantado en un año complejo que nos ha recordado una cosa: cuesta muy poco perder tráficos y mucho ganar nuevos.
"en PortCastelló nos hemos fijado un reto: ser competitivos para aumentar nuestra exportación de baldosas y azulejos".
Ya miramos al futuro. Y para estar con la cabeza en el sitio, pensando y repensando en cómo mejorar y con las manos en marcha, en breve presentaremos nuestro nuevo Plan Estratégico que marcará la hoja de ruta para conseguir los objetivos a cuatro años vista. Ya les anticipo, que siendo el puerto de la cerámica y con la aparición de nuevos mercados para el sector, en PortCastelló nos hemos fijado un reto: ser competitivos para aumentar nuestra exportación de baldosas y azulejos. Ampliar nuestro Foreland es uno de nuestros ambiciosos objetivos y para ello necesitamos mejorar la competitividad encontrando un óptimo equilibrio que repose en cuatro patas: eficiencia, eficacia, sostenibilidad y precio. Para ello contamos con toda la implicación de la Comunidad Portuaria y somos conscientes de que todo lo que hace una parte repercute en el todo. Solo con esa ruta clara seguiremos creciendo y prolongarla década prodigiosa que ha vivido nuestro puerto.
El autor es presidente de la Autoridad Portuaria de Castelló.