VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciará este sábado oficialmente su primera crisis del Consell amplia en los siete años que lleva al frente del Palau. Desde que alcanzara el cargo en 2015 gracias al primer Pacte del Botànic, todos los cambios que se han producido en el Ejecutivo durante las dos legislaturas se han debido a la marcha voluntaria de alguno de los consellers. En cambio, este movimiento del presidente sí tiene en esta ocasión una intencionalidad política y estratégica que él mismo definía días atrás como una medida para "impulsar la acción de gobierno".
El tiempo pondrá en relieve si el objetivo de este movimiento se cumple o no. De entrada, los cambios puestos sobre la mesa no conllevan grandes sorpresas en cuanto a las incorporaciones e incluso algunas de ellas se habían anticipado. Probablemente, la mayor novedad se produzca en la Conselleria de Sanidad, cuyo nuevo inquilino todavía no había trascendido este viernes por la noche.
Como suele ocurrir en estos casos, algunos de los elegidos no fueron la primera opción de Puig para el puesto, si bien a un año de celebrar las elecciones, resulta más complicado convencer a figuras de renombre de que se impliquen en un proyecto con tan poco margen de maniobra.
Una de las pequeñas sorpresas ha sido el ascenso de la hasta ahora secretaria autonómica de Economía, Rebeca Torró, al puesto de consellera de Política Territorial y Obras Públicas. La también ex teniente de alcalde de Ontinyent ya pasó por esa cartera la pasada legislatura como directora general de Vivienda, cuando todavía estaban incluidas esas competencias en el área y, además, también fue concejal de Territorio en su ayuntamiento.
Sin embargo, los motivos para el ascenso de Torró se deben, más allá de su trayectoria en ese campo, a su gestión como secretaria autonómica de Economía. Así, ha sido una de las figuras destacadas del Gobierno valenciano en las gestiones para la llegada de la gigafactoría de baterías de Volkswagen a Sagunt y, además, también tuvo un papel importante en la importación de material sanitario durante los peores momentos de la pandemia.
En cuanto al proceso para su designación, fuentes socialistas aseguran que estuvo en las quinielas iniciales, si bien en las últimas horas había sonado también con fuerza el ex presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo. Finalmente, Torró ha sido la elegida en lo que algunos consideran una manera de que también siga próxima desde su área al proyecto de la gigafactoría. Además, entre otros retos, tiene que lograr agilizar la inversión pública del departamento en lo que queda de legislatura.
El hasta ahora conseller de Obras Públicas, Arcadi España, será a partir de ahora el titular de Hacienda. Un área fundamental puesto que, entre otras cuestiones, se encarga de diseñar los presupuestos de la Generalitat, además de llevar el peso en la reivindicación de la reforma de financiación autonómica.
España, exjefe de Gabinete de Puig, es una de las personas de confianza del presidente, y recibe el reto de sustituir al histórico Vicent Soler, responsable del área desde hace siete años, quien esta misma semana remitió una carta con sabor a despedida a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que reiteraba la reivindicación -una vez más- la reforma de la financiación. Está por ver si Soler, quien cumplirá 73 años en junio, asumirá alguna nueva responsabilidad: sonó como delegado del Gobierno, aunque muchos apuntan a que podría ser nombrado senador territorial en las próximas semanas.
Precisamente, tal y como informó este diario, ocuparía el puesto en la Cámara Alta que dejará Josefina Bueno, la apuesta de Puig para liderar la Conselleria de Innovación. Catedrática de Filología Francesa por la UA, ya ejerció de directora general de Universidades en la pasada legislatura, un área ahora integrada en el departamento que liderará. Con buena relación con históricos del PSPV como Juana Serna o Joan Lerma, además de con el exrector de la UA Andrés Pedreño, su nombramiento ha sido objeto de resistencias dentro del partido, si bien Puig ha impuesto su criterio.
De hecho, en la formación socialista eran muchos los partidarios de la posibilidad de que fuera la consellera de Sanidad, Ana Barceló, la que recalara en esa cartera -radicada en Alicante- para allanar el terreno de cara a su candidatura a la alcaldía. No obstante, esta maniobra, de momento, seguirá en vías de estudio. En este sentido, la titular de Sanidad deja su cargo para convertirse en portavoz del PSPV en Les Corts, sustituyendo de esta manera a Manolo Mata, quien abandonó el puesto días atrás para regresar a la abogacía.
De esta manera, y salvo sorpresa, el único cabo suelto, al menos no concretado en la noche de este viernes, es quién será el nuevo conseller de Sanidad. Distintas fuentes apuntaban a que, probablemente, será la incorporación "más novedosa" de la remodelación del Ejecutivo ideada por Puig.