CASTELLÓ. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios CSIF ha lamentado que, tras meses de incertidumbre, la Conselleria de Sanitat haya fijado el próximo 24 de mayo como fecha definitiva para el cierre del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) en la provincia de Castellón y su centralización definitiva en València.
Desde CSIF han explicado que, "aunque el Consell había fijado inicialmente el cierre para el 17 de mayo, finalmente se ha optado por dar una semana más de plazo para hacer efectiva la reestructuración del servicio de emergencias". En ese sentido, desde la central sindical han alertado de que, entre otras consecuencias, "la supresión del CICU de Castellón va a suponer un grave empeoramiento de la atención sanitaria y, previsiblemente, generara retrasos en la movilización de recursos que podrían suponer un peligro para la seguridad e incluso la vida de los pacientes y una merma considerable de la calidad asistencial".
"Alejar la coordinación de los recursos sanitarios de los lugares donde van a ser requeridos va a suponer un grave perjuicio tanto al personal sanitario como a la ciudadanía, además de agravar de manera notable la desigualdad territorial que sufren las provincias de Castellón y Alicante respecto a la de la Valencia", han reseñado desde CSIF.
Por otro lado, desde la central sindical también han denunciado la "sobrecarga asistencial" que sufren servicios como el de neumología del Hospital General de Castellón tras el cese del personal covid de refuerzo que fue contratado durante la pandemia. "En una circular emitida por el propio departamento dirigida a la dirección médica se alerta de que el cese de estos profesionales y el hecho de que no se vayan a cubrir con plazas estructurales está agravando la sobrecarga de trabajo que, desde el inicio de la pandemia, sufren tanto este área en concreto como el Hospital General de Castellón en General", han indicado desde CSIF.
Así, han apuntado a que "tanto el cierre de la consulta neumológica especializada en covid, lo que ha obligado a redistribuir a los pacientes entre Neumología General y Consultas Monográficas, como la merma de recursos humanos que, por ejemplo, en planta solo ha dejado a 11 profesionales de Enfermería frente a los 14 que había durante la pandemia, están incrementando los tiempos de espera además de empeorar la calidad asistencial a los pacientes y agravar la sobrecarga de tareas que sufre el personal sanitario".