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de agua en lata a botellas purificadoras

Cuando la innovación pone el foco en el agua como herramienta de cambio

10/07/2023 - 

VALÈNCIA. Invertir en agua se está revelando como un negocio rentable, no solo para el que lo funda, sino también para quien invierte en él. Durante un viaje a Etiopía, Antonio Espinosa de los Monteros se dio cuenta de que uno de los mayores problemas de sus habitantes era el acceso al agua potable. Regresó a España dispuesto a montar un proyecto social que solucionara un problema que no solo atañe a los etíopes, sino a más de 2.000 millones de personas en el mundo privadas de acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento.

Con estas miras crea Auara, una marca que vende agua y, ahora también de refrescos y zumos, cuyos dividendos se destinan a desarrollar proyectos de acceso a agua potable para quienes más lo necesitan. El modelo se basaba en vender agua un poco más cara en los países de mayores recursos para llevar agua al ‘tercer mundo’. 

El plan de negocio vendría después con el claro propósito de hacer la empresa rentable. Al tiempo de entrar en beneficios, Hijos de Rivera decidió entrar en el accionariado de la compañía adquiriendo el 51% con el propósito de multiplicar el impacto social de la startup.

Hasta el momento, en Auara dicen haber aportado 220.435.100 litros de agua en países en vías de desarrollo y haber contribuido a la creación de 150 infraestructuras en 23 países.

Agua en lata

También con el objetivo de impactar y concienciar a la población en la importancia de preservar la salud de nuestros mares, fundan Alex Dakov y Fernando García Torrubia en 2019 Agua NEA. Innovan en el packaging y en la propuesta de valor porque, por lo demás, el producto es agua de calidad procedente de un manantial mineral asturiano de toda la vida. 

La idea nace del amor por los océanos de los dos fundadores, ambos surfistas, de manera que parte de los beneficios se destinan, en este caso, a la plantación de corales cuyos arrecifes se encuentran muy amenazados debido a las altas temperaturas de los océanos y a la contaminación. Sin embargo, como recuerda Dakov, los arrecifes de coral tienen un notable valor en los ecosistemas marinos puesto que de ellos dependen el 25% de especies marinas.  En este sentido, Agua NEA se postula como un movimiento que transforma un producto de consumo diario como es el agua en una herramienta para restaurar nuestros océanos uniendo, inspirando y conectando a miles de personas de todo el planeta.

La marca cuenta con dos envases distintos, para agua con gas y sin ella, y están ya presentes en los mercados de España, Portugal, Chile y Costa Rica. Los siguientes serán EE.UU y Puerto Rico. Gracias a la actividad han conseguido plantar ya 1.850 corales en el mar Mediterráneo y en el Pacífico.

Agua en caja

También en el packaging ponen el foco de innovación en Agua enCaja Mejor. Se trata una empresa surgida en Madrid en 2017 que vende agua en un envase  con formato brik de 500 ml y que representa “cero emisiones de CO2 a la atmósfera”. Según afirman sus creadores, los recursos utilizados son de origen vegetal y el 94% de sus cajas se componen de recursos renovables. En este caso se nutren del manantial de Gormaz (Soria) y las aguas que caen sobre la sierra de La Pela. En cuanto a la propuesta de valor, se comprometen a destinar el 10% de los beneficios a plantar árboles en España.

Viendo el éxito de empresas como las citadas, otras de mayor envergadura y consolidación en el mercado, como Bezoya, se han apresurado también a renovar sus formatos de toda la vida lanzando su propio envase brik 100% reciclable o el formato Bag-in-Box de ocho litros.

Una botella portable para purificar el agua con ozono

Una botella que hace las veces de una miniplanta para generar ozono y purificar el agua dejándola libre de gérmenes o cualquier otro agente contaminante. Esto es lo que han desarrollado y patentado en la startup alicantina Ozeanic, liderada por el ingeniero José Ramón Campos. En el proyecto figuran también como socios fundadores el diseñador industrial Ricardo Palau e Iván Sánchez.

El ingenio es de gran utilidad puesto que, más allá del uso de filtros o pastillas de ozono, permite desplazarse a cualquier país del mundo sin preocuparse de posibles problemas de salud por la calidad del agua. La botella de Ozeanic incluye en la parte del tapón un generador de ozono que se inyecta directamente en el agua dejándola purificada a los tres minutos. Para activar este mecanismo de desinfección basta con pulsar un botón. Se estima que la botella puede durar alrededor de dos años reduciendo así drásticamente el consumo de las botellas de plástico de un solo uso. 

La tecnología está ya patentada en España y en breve esperan recibir la patente para operar en Estados Unidos. Cuando esto suceda, Ozeanic, ahora en el programa de aceleración de Orbita, confía en convertir las más de 2.200 unidades vendidas hasta ahora, en muchas más. Y es precisamente para crecer y abordar la producción en masa para lo que ahora contemplan abrir una ronda de inversión.

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