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crónica por los otros / OPINIÓN

Cuando la pobreza energética azota a la infancia

Favour vive en Valencia con sus cuatro hijos pequeños y los tiene que sacar adelante ella sola. Esta familia es una de las familias que vive en situación de pobreza energética. Familias con situación de vulnerabilidad con pocos recursos que sobreviven a esta ola de frio.

4/02/2023 - 

“No tengo calefacción, porque consume mucho. Con lo que gano pago el alquiler y las facturas, y me queda poco para comer”, cuenta Favour. Sin embargo, tiene facturas de la luz pendientes y debe unos 500€, que no ha podido pagar. Contra el frío en casa, sólo les queda una solución a día de hoy: "Nos ponemos chaquetas y nos abrigamos. Tenemos mantas y nos tapamos", añade.

En la Comunitat Valenciana más de 103.000 niños y niñas no pueden permitirse tener en casa una temperatura adecuada en invierno, según los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida y el análisis que ha realizado Save the Children sobre cómo afecta la pobreza energética en las familias con hijas e hijos.

Recordamos que la pobreza energética es aquella situación en la que los hogares no pueden permitirse un uso normal de la energía o bien el gasto que realizan con un uso cotidiano es muy superior a sus ingresos.

Y entendemos como uso normal el porcentaje de población que no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Con el cambio climático, esta pobreza también se evidenciará en verano. Uso normal es también el poder pagar las facturas y no endeudarse.

Foto: SAVE THE CHILDREN

Y es que el retraso en el pago de las facturas de la luz es también algo normalizado en las familias que se encuentran en esta situación: cerca de 475.000 personas en la Comunitat Valenciana viven en hogares que no están al día en el pago de facturas de suministros de la vivienda, según los últimos datos oficiales. Cuando estos hogares cuentan con niños y niñas la situación empeora, ya que priorizan su bienestar o su alimentación por delante del pago de facturas. Esta situación pone en riesgo la continuidad del suministro y aumenta los problemas de estrés y salud mental en las familias.

El impacto de la pobreza energética en la infancia

El impacto que la pobreza energética tiene en la infancia y la adolescencia es desproporcionado, especialmente en los primeros años de vida, ya que los niños y las niñas pasan más tiempo en casa que los adultos.

Cuando hablamos de familias en situación de pobreza energética en invierno hablamos de niños y niñas que no pueden ducharse muchas veces con agua caliente, que tienen que taparse con mantas a todas horas para no pasar frío o que tienen que hacer los deberes con el abrigo puesto”, asegura Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la Comunitat Valenciana.

La organización  Save The Children alerta también que la pobreza energética afecta no sólo a la salud física de los niños y niñas, con consecuencias asociadas a problemas respiratorios y al aumento de visitas al hospital, sino también a la salud mental de la infancia y la adolescencia.

En cuanto a las consecuencias en la educación, varias investigaciones han demostrado que la pobreza energética puede estar asociada al absentismo escolar y a un peor rendimiento en el colegio, junto con situaciones de acoso, estigma y aislamiento.

Además, existen otros efectos de la precariedad energética, como la falta de seguridad en algunas viviendas para tratar de mantener la casa caliente. Incendios y otros accidentes pueden poner en riesgo la vida de toda la familia debido a conexiones irregulares a la red de suministro o bien por el uso de método alternativos para calentarse o iluminarse, como velas y braseros. Los niños y niñas son víctimas especialmente propicias a estos accidentes

Soluciones al problema

La organización Save The Children que trabaja en defensa de los derechos de la infancia por el mundo, valora muy positivamente el escudo social energético puesto en marcha por el Gobierno, aunque considera que se puede hacer más para conseguir que las familias puedan hacer frente a las olas de frío que estamos viviendo estos días.

Foto: SAVE THE CHILDREN

A nivel autonómico, la organización propone mejorar la eficiencia energética de las viviendas, priorizando a los hogares en situación de vulnerabilidad en los que vivan niños y niñas e implementar ayudas para combatir la pobreza energética.

Estas ayudas pasarían por la prohibición de cortes de suministro a las familias con hijos e hijas a cargo en riesgo de pobreza o exclusión social, o el establecimiento de oficinas de asesoramiento energético a escala municipal.

En su análisis, Save the Children lista algunas medidas clave a nivel Estatal como, por ejemplo, convertir en permanentes las ayudas temporales de emergencia; reformar el bono social para que este se otorgue automáticamente a las familias que se encuentran bajo el umbral de la pobreza, independientemente del tipo de compañía con la que hayan contratado el bono social, y que en el umbral de acceso para las familias con hijos e hijas a cargo se tenga en cuenta el coste de vida en cada territorio, así como crear espacios en los que se tramiten todas las cuestiones informativas y de prestación relacionadas con la provisión de energía.

La semana que viene … más!

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