Abel Guarinos seguirá al frente de la entidad, mientras que las direcciones adjuntas saldrán a concurso
VALÈNCIA. “Los proyectos deben sobrevivir a las personas”. “Evidentemente, es probable que haya algunos cambios. No puedo engañar”. La primera frase la pronunció Roberto García, director adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC). La segunda, Sergio Arlandis, desde agosto director general de Cultura de la Generalitat Valenciana. El marco, la presentación de la nueva temporada del Teatre Principal, que acogió la sala este mismo mes de octubre. En escena, junto a García y Arlandis, también se situaba Abel Guarinos, director general del IVC, y Marga Landete, directora adjunta de Música, un foto de familia que pronto cambiará algunos de sus protagonistas. La posibilidad de un cambio de caras en el organismo, tras el vuelco en el gobierno autonómico y posterior reestructuración del área de Cultura –ahora liderada por Vicente Barrera (Vox)-, es una cuestión que sobrevuela los corrillos culturales desde hace meses, un asunto que se puso sobre la mesa de manera explícita en la mencionada presentación de temporada del Principal. El mensaje de Cultura ante las preguntas de los medios, en este caso, fue claro: el IVC iniciaba una “nueva etapa” que también afectaría a los nombres propios del organismo.
Que habría cambios quedó claro en la rueda de prensa, aunque no se concretó el quién y el cuándo, una 'revolución' cuyas incógnitas ahora se comienzan a despejar. Según ha podido saber este diario, la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura cesará próximamente a los directores adjuntos del IVC, plazas que volverán a salir a concurso público, lo que supondrá la renovación total de los tres pilares de la entidad. Esta decisión, pues, afectará a las tres direcciones adjuntas, ocupadas por los mencionados Roberto García y Marga Landete, en los ámbitos de las Artes Escénicas y Música, y por Francesc Felipe, que desde hace un año lidera la dirección adjunta de Audiovisuales y Cinematografía.
Lo cierto es que este era un secreto a voces que se ha intensificado en los últimos días pues, aunque no se ha comunicado oficialmente a los directores adjuntos, el proceso de cara al inicio del concurso público ya ha dado sus primeros pasos y la información al respecto ya ha permeado entre algunos representantes de los sectores culturales de la Comunitat. De hecho, distintas fuentes consultadas por este diario confirman que la apertura del nuevo proceso de selección -y posterior cese de los actuales cargos- sería “inminente”.
Este cambio de caras no afectaría en un primer momento al director general del IVC, Abel Guarinos, cuyo contrato fue renovado por cinco años más en 2021. Este mismo lunes, de hecho, se celebraba el Consejo de Dirección del IVC, un encuentro en el que participó el propio Guarinos y el conseller de Cultura, Vicente Barrera, tal y como refleja su agenda oficial. El destino de Guarinos, pues, se distancia del de sus directores adjuntos, que están a la espera de la comunicación oficial de su futuro cese. En este caso, la Conselleria de Cultura deberá romper una relación contractual que, sobre el papel, todavía no se daba por finiquitada. Esta misma semana se cumple un año desde que se nombrara a Francesc Felipe como director adjunto de Audiovisuales y Cinematografía, plaza anteriormente ocupada por el actual concejal de Cultura, José Luis Moreno, un contrato con una duración de cinco años con posibilidad de renovación por otro período de la misma duración. En el caso de Marga Landete y Roberto García, ambos accedieron a sus puestos en el año 2017 con un contrato que fue renovado por el Consejo de Dirección del IVC en 2022 por otros cinco años.
El cambio de caras traerá consigo necesariamente modificaciones en el proyecto artístico y cultural de las distintas áreas sobre las que se opera desde el IVC, un proyecto global del que, meses después de las elecciones, todavía no se conocen muchos detalles. El propio Sergio Arlandis fue quien dio algunas pistas sobre cómo se traducirá en el ámbito de las artes escénicas durante la presentación de la nueva temporada del Teatre Principal, espacio en el que se quiere potenciar la programación de teatro clásico español y valenciano así como su presencia en el ámbito nacional. “El Principal tiene que analizar, revisar, meditar y, con ello, avanzar en lo que se ha hecho hasta el momento [...] En cuestión de programación, el Principal tiene que ser uno de los referentes más importantes, y ese es uno de nuestros grandes objetivos para el futuro curso 2024”, expresó.
En este sentido, durante el encuentro también quedó negro sobre blanco que habrá una revisión de lo propuesto por los actuales directores adjuntos. De hecho, de manera excepcional, no se presentó toda la programación del curso, sino que apenas se desvelaron dos meses de propuestas. Si bien Roberto García expresó que tenía toda la programación del curso 2023/2024 "cerrada", Arlandis replicó que no tenía "tan clara" esta cuestión. La clave del desacuerdo pasa por una cuestión clave: los contratos. Así, el director general de Cultura subrayó que se respetarían todas las propuestas contratadas, un matiz importante pues quedan fuera aquellos proyectos con los que solo se hayan iniciado contactos pero no se hayan firmado. Se espera, por tanto, que de cara a 2024 ya sean los nuevos directores adjuntos los que tomen las riendas del proyecto artístico del IVC.
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