CASTELLÓ. Saltó a la fama en un programa, Operación Triunfo, que arrasó como pocas veces se ha visto y ahora, tras 23 años de carrera, afirma estar viviendo su mejor momento. "He encontrado el equilibrio", afirma después de muchos años siendo noticia tanto por su música como por su vida personal. Ahora estrena nueva canción, El día que te vayas, y participa en la edición de Tu cara me suena, que se estrenó este viernes.
- Repasando su discografía son 10 discos y dos recopilatorios. Has sido actor de musicales, empiezas ahora en Tu cara me suena (TCMS), con el esfuerzo que ello conlleva. No ha parado en estos más de 20 años de carrera.
-No he parado la verdad. Me va la marcha y me gusta salirme de mi zona de confort. Es distinto a Operación Triunfo, porque ahí me jugaba el resto de mi vida, empezar una carrera y ahora vengo desde otro prisma. A TCMS vengo a divertirme. Está siendo muy gratificante aunque, como bien has dicho, son muchas horas. Son caracterizaciones de 5 horas, y después otra hora y media para volver a ser yo. Es complicado pero muy divertido. Me ha tocado con muchos compañeros que hacen que el día a día sea muy agradable.
-Hablé hace unos días con Conchita y me comentaba que le encanta el cachondeo.
-Donde voy hay que generar alegría (risas). Es mi forma de ser. Me gusta divertirme, generar buen ambiente. Creo que es más agradable el día a día.
-¿Es uno de sus mejores momentos tanto a nivel personal como profesional?
-Sin ninguna duda. Llevaba tiempo sin sacar música nueva. Ahora he sacado ‘El día que te vayas’, que está funcionando increíble, está gustando mucho a la gente. Es una canción con mucha energía. Precisamente con el marido de Conchita, el gran productor Pablo Cebrián, estoy haciendo un disco totalmente de mi autoría, tengo proyectos de televisión, voy a empezar una gira…Soy una persona muy activa, me encanta mi trabajo, mi vida y disfruto mucho de la música y de todo lo que me regala.
Hablando de tu nuevo single (El día que te vayas), observo todos los registros vocales que le caracterizan.
Sí, además estoy en un momento de mi vida de mucha disciplina, de mucho entreno. Todavía tengo la voz joven, que puedo tener el mismo registro de cuando tenía 20 años y eso es muy complicado teniendo 42. Quería mostrar que aún sigo en forma. Hay canciones más íntimas dentro de próximo disco, pero quería mostrar el momento en el que me encuentro actualmente, especial, de muchísima energía.
-¿Tiene fecha prevista para ese álbum?
-Creo que vamos a hacer lo siguiente. La industria ha cambiado mucho. Cuando sacas los discos hay canciones que se pierden, que se diluyen. Es más importante darle cariño a lo que nos da la vida, que son las canciones. Iremos mostrando las canciones y al final haré un recopilatorio para quien quiera coleccionarlo, tenerlo. Para sumar un álbum más. Voy a ir desgranando poco a poco prácticamente todas las canciones del disco. Esa es mi intención para que la gente disfrute de mis letras y mis melodías. De mi mejor versión.
-Cuanto ha cambiado la industria desde que empezaste.
-¡Son 23 años ya! (risas). Ahora todo es más inmediato y más efímero. La gente a través de su teléfono tiene absolutamente todo. El mercado ha cambiado, los gustos han cambiado, pero la esencia siempre queda ahí. Una cosa es no estar en un momento de moda pero lo importante es ser popular, sentirte querido y valorado por tu trabajo. Las modas son cíclicas. Ahora estamos en un momento de auge para la música urbana, tengo una hija de 16 años y bailamos y escuchamos mucho esta música, pero el pop rock y la música melódica y romántica, una voz que te pellizca el alma, eso nunca va a morir.
-Tu carrera siempre ha sido un aprendizaje constante.
-Sí. De pequeño siempre tuve claro que me gustaba la música y me fui preparando. Tuve cuatro años de solfeo y piano, tocaba la guitarra, quizá no para tocar en concierto, pero sí para acompañarme y componer…Durante todos estos años, gracias a Dios, mi trabajo es ser músico y toco constantemente. He mejorado muchísimo y he procurado estar a la orden del día, juntarme con grandes músicos, para tener más herramientas y lucirme al expresarme. Por eso llega este disco de cantautor, porque tengo las armas para expresarme realmente en todos los aspectos.
-Esto demuestra lo importante que es seguir formándote a pesar de que tengas la suerte de poder vivir de la música.
-Desde luego. Si no, este mundo te arrasa. Siempre llegan cosas nuevas, está todo en constante evolución. Es, salvando las distancias, como la carrera de un médico. Tienes que estar en constante evolución porque si no te quedas obsoleto y hay que estar en forma si quieres sorprender a tu público. Cada uno tiene un lenguaje, una melodía, unas características determinadas, unos giros…Si eres inquieto y ambicioso contigo mismo buscas mejorar. Ayer estaba por Sevilla y se acercó un grupo de gente que me agradecía que siempre les sorprendiera. No saben por donde les voy a salir y eso es bonito. Demuestra que la gente tiene ganas de ti, que te estaban esperando. Cuando ven que la espera ha merecido la pena siguen a tu lado. Es la esencia de la vida. Sorprender.
-Por diversas circunstancias ajenas, ha tenido que aprender a ser famoso de golpe. ¿Ha sido lo más molesto de todo este camino?
-Ahora vivo una vida muy tranquila. Me centro en mi trabajo y no me importa otro tipo de prensa que la que es más molesta. Tanto yo como mi pareja somos muy discretos y, cuando se encienden las luces soy Bustamante, derrocho toda mi energía, mi voz. Pero, cuando se apagan, tengo una vida totalmente normal y eso es muy sano. Por eso siempre tengo las ganas y la energía. Soy capaz de desconectar, quedar con mis amigos, montar en bici, jugar un partido de pádel, ir a caminar al monte…Estoy en un gran momento porque tengo el equilibrio perfecto.
-Empezaste en la anterior era de la industria musical. Ahora no necesitas ser solo cantante, sino también activo en redes sociales, en contacto con el fan. ¿Cómo se lleva con las redes sociales?
-Me dan bastante pereza. No soy una persona que esté constantemente mirando y subiendo cosas. Subo lo que me apetece. Debería ser más constante, pero es que no es mi forma de ser. Yo soy de verdad. Soy incapaz de levantarme y peinarme, vestirme, para subir algo gracioso. Lo que subo es lo que me pasa en aquel momento. Si estoy mal o me apetece quedarme en pijama tumbado viendo Netflix pues no lo voy a hacer. Prefiero subir poco y de verdad que de continuo para vender algo que no soy.
-Es inevitable preguntarle por Operación Triunfo. ¿Qué cambios ve de cuando estuvo allí a las últimas ediciones?
-Los veo ahora y parece que llevan 30 años en la música. Eso es muy positivo. Están muy seguros, vienen muy preparados. Me encanta como se expresan, lo claro que tienen sus perfiles. Lo veo en el día a día de la juventud. Como te decía, tengo una niña de 16 años y lo veo. Los jóvenes venís con las cosas muy claras. Les importa y les gusta mucho la moda…Yo era un albañil que salió de un pueblo y su sueño era cantar. Tenía talento para ello y la gente conectó con él. Punto. Luego he tenido que ir aprendiendo y conociéndome a mí mismo. Eso con 19 años. Que traje me gusta, los colores…Ahora los jóvenes ya tienen su look definido. Esa es la diferencia que veo más grande. Nosotros éramos más ingenuos.
-Por último, quería preguntarle por sus perfumes. ¿Qué le sucede que saca uno cada tres meses? (risas)
-(Risas) Me va muy bien. Está gustando mucho e intentamos agradar a todo nuestro público. La verdad que ha sido increíble la respuesta del público. Siempre lo digo. Cuando haces algo bien, con cariño, de verdad, y piensas en el bolsillo de la gente, con un precio que todo pueda adquirirlo. Ese ha sido el éxito después de tantos años. Llevamos como 9 o 10 perfumes y está siendo espectacular. Ahora ha salido Power y está gustando. Me paran por la calle y me dicen: “Mira, ¿a qué huelo?”. Está siendo muy divertido. Se volvió viral cuando lo comenté con Broncano. Cada perfume es como componer una canción o un disco. Lo diseño yo, para que la gente cuando huela y lo sienta como suyo. Es muy bonito poder acompañar a la gente tanto con la música como con su olor.