CASTELLÓ. Si se observa a nivel provincial, tal vez no impresione lo suficiente que artistas como Becky G, Myke Towers o C. Tangana actuarán en Vila-real entre 2017 y 2019. Castellón está acostumbrada, gracias a sus macrofestivales, a recibir a todo tipo de artistas nacionales e internacionales. La estructura y el presupuesto que hay detrás de estos proyectos facilita que así sea. Sin embargo, no es lo común en una discoteca y Touché, con Pascual Tomás al frente, logró durante nueve años acercar hasta Vila-real a artistas que hacían parada en ciudades mucho más grandes que esta. Pero, este sábado la mítica sala se despide para siempre. El empresario ha decidido cerrar una etapa, al tiempo que abre otra. Centrado en su propia agencia de eventos y representación artística 'United for Music', el vila-realense ha sido 'fichado' además para llevar a cabo la contratación europea de artistas mundialmente conocidos.
La idea de emprender en el mundo del ocio le llegó a Tomás de casualidad cuando tenía 18 años. "Se me brindó la oportunidad de hacer fiestas donde ahora es Touché y así empezó todo", recuerda el mismo, que con la compañía de Pascual Arrufat, cofundador de la sala, decidió renovar la discoteca Namala -como anteriormente se le conocía- y darle un valor añadido con la programación de conciertos. "Las discotecas al uso no me gustaban. Creo que lo que se consigue cuando se programa a un artista es mayor, lo ves en la reacción de la gente. Así que uno de los primeros conciertos que ofrecimos fue el de C. Tangana, que entonces empezaba a sonar, pero no tanto como ahora".
Apostar por artistas de música urbana, especialmente emergentes, les facilitó entrar en el circuito de conciertos y que los cantantes que recorrían España también quisieran hacer gira en Vila-real. También Kevin Roladán o Don Patricio pasaron por la sala. "Empezamos a ser muy competitivos. Touché era un lugar donde se quería actuar", afirma Tomás. Y prueba de ello fue el Fen Festival. Una fiesta que empezó con la excusa de celebrar el cierre de temporada de la discoteca y que consiguió en su última edición citar a artistas como Becky G, quien tras su bolo en Vila-real se dirigió a una de los eventos más solicitados de Ibiza. "Hemos dado un paso muy importante para que cada vez sea más internacional. Aunque sabemos que esto conlleva más responsabilidad, porque pasas a abarcar mucho más público", señalaba años atrás Pascual Arrufat a este mismo periódico.
Entonces sus responsables soñaban con llevar la fiesta un paso más allá ampliándola de 12 horas a dos días y también abarcando más aforo, creando así un pequeño festival para Vila-real. Pero la pandemia truncó todos los planes y la cita tras su edición de 2019 no volvió a celebrarse. "Los cachés se duplicaron, aunque el artista tuviera la misma repercusión que antes de la pandemia. Se volvieron inaccesibles, porque había mucha competencia y en nuestro caso no nos compensaba seguir", explica Tomás.
Así mismo, aunque el ocio nocturno parecía haberse recuperado de aquel bache, lo cierto es que no ha vuelto a ser el mismo. "En Castellón, después de la pandemia hubo un boom muy grande de música. A la gente le daba igual todo, quería salir. Pero esa misma gente, de 18, 19 y 21 años, están adoptando ahora otra forma de salir. Se dirigen más a los macroeventos y ya no existe esa costumbre que antes había de ir a una discoteca. Por eso, arrastrar público de semana en semana se ha vuelto más difícil. Por otro lado, es difícil saber qué tipo de música quieren escuchar. Ya no reaccionan del mismo modo que antes ante lo comercial. Parece que ha habido un auge por la electrónica, pero el público está muy fraccionado. Lo cual está bien, pero a los promotores nos genera mucha incertidumbre".
Como sea, el vila-realense también cree que los promotores deben ir "regenerándose". "Cerrar una etapa es una decisión muy difícil, porque han sido nueve años de trabajo, pero tampoco es muy común que una sala de ocio tenga una vida tan longeva. Ha sido un mérito. Una discoteca supone un sacrificio muy grande, más en Vila-real que no es una ciudad turística y estás limitado a seis meses de trabajo. A esto se une que, como decía, en estos momentos las nuevas generaciones parecen reclamar otras cosas, por lo que hay que actualizarse". Touché cerrará este sábado echando la vista atrás con una fiesta "épica" y una serie documental donde se recordará la historia de la discoteca, su equipo y su trayectoria musical.
En su caso, Pascual Tomás lleva meses instalado en Madrid, desde donde mantiene activa su agencia musical y de organización de eventos, la cual opera principalmente en Castelló y València, aunque uno de sus principales proyectos, la fiesta 'La Freska', ha hecho parada en Murcia, Teruel y Lleida y pasará próximamente por Huelva. Por otro lado, el vila-realense quiere seguir creciendo como promotor de artistas, también emergentes, como parte del equipo de Set Me Free Agency.
Por lo que hace a la presente temporada, explica el profesional que el volumen de conciertos programados a nivel nacional sigue siendo "igual de alto" que el pasado año, pero se están generando dos tendencias contrapuestas. "Artistas de reggaeton están llenando estadios como el Wizink Center o el Santiago Bernabéu, algo bueno para el género, pero esto está frenando su entrada en los festivales. En este caso, está siendo la música electrónica la que está creciendo en los macroeventos. Musicalmente la sociedad está muy dividida", concluye Pascual Tomás.