Foto: EFE/EPA/MOHAMMED BADRAVILA-REAL. El 28 de octubre de 2024 será para siempre un día histórico para el Villarreal. Por primera vez, un futbolista formado en la cantera grogueta se ha alzado con el Balón de Oro, título que le acredita como mejor futbolista del planeta. Rodri Hernández, que llegó a Miralcamp con 16 años y se marchó de Vila-real con 21, ha levantado el trofeo en París superando a Vinícius Júnior en la votación.
Todo el mundo del fútbol esperaba que el galardón cayera en las manos del extremo brasileño del Real Madrid, pero finalmente la gran temporada del centrocampista de 28 años del Manchester City pesó más en la decisión. Le avalan nueve goles, trece asistencias, una Premier League, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes y una Eurocopa en la que fue el mejor futbolista del torneo.
Así, Rodri se ha convertido en el tercer ganador español del Balón de Oro y el primero en levantarlo desde que lo hiciera el delantero coruñés Luis Suárez en 1960. Poco antes lo había levantado en dos ocasiones Alfredo di Stefano. Todo un orgullo para el fútbol nacional en general y, en concreto, para un Villarreal que lo incorporó a su equipo juvenil procedente del Atlético de Madrid y que le vio convertirse en hombre, profesional y personalmente hablando.
El centrocampista madrileño, todavía menor de edad en su llegada a Castellón, vivió y estudió en el Instituto vila-realense de Miralcamp hasta que, ya como habitual en el primer equipo, se mudó a la residencia de la Universitat Jaume I. En la universidad castellonense se inscribió en Administración y Dirección de Empresas, un grado que estudiaba por las tardes y que finalizó ya en su etapa en Inglaterra.
Marcelino García Toral, hoy entrenador del Submarino amarillo en su segunda etapa en Vila-real, fue el técnico que le permitió debutar en el fútbol profesional allá por el 2015. "Tuve la suerte de coincidir en su camino, no es que yo le hiciera debutar, él ya venía ofreciendo la capacidad para hacerlo. Me alegro mucho, mi mayor felicitación para él", declaró el técnico asturiano pocas horas antes de que se hiciera oficial la decisión de France Football.
Como explica Marcelino, por aquel entonces Rodri ya apuntaba maneras desde el pivote del Madrigal. Compartió centro del campo con dos iconos del Villarreal como Manu Trigueros y Bruno Soriano, de quien se decía que podía ser el heredero. Tras dos temporadas completas en el primer equipo groguet, finalmente regresó al Atlético de Madrid previo pago de 20 millones de euros por parte del club colchonero.
En la capital de España disputó una única temporada, la 2018/2019, en la que fue indiscutible y refrendó su exquisito talento. Fue entonces cuando empezaron a hacer más ruido las comparaciones con Sergio Busquets y el Manchester City de Pep Guardiola no dudó en abonar los 70 millones de euros de su cláusula de rescisión.
El resto es historia. El entrenador catalán le entregó los mandos de su máquina para llevarla hasta la perfección. En sus primeras cinco temporadas como sky blue, Rodri ya ha levantado cuatro Premier League, dos Copas de la Liga, una FA Cup, dos Community Shield y una Champions League, en la que anotó el único gol de la final ante el Inter en 2023.
Una trayectoria brillantísima a nivel de clubes que logró complementar este verano con la Selección Española, levantando la Eurocopa y siendo escogido como mejor futbolista del torneo. Tras el gran éxito del verano, actualmente Rodri se recupera de una grave lesión de rodilla que sufrió el pasado 22 de septiembre y que le tendrá cerca de un año sin jugar. Eso sí, ahora el ex del Villarreal trabajará para volver a los terrenos de juego nada menos que con un Balón de Oro bajo el brazo.
