CASTELLÓ. Al mismo tiempo que es esperado con impaciencia por todos aquellos que desean con urgencia adelantar sus compras navideñas, para el pequeño comercio la semana 'negra' se convierte en un auténtico tormento. Lo es porque esta fórmula de pequeñas (o grandes) rebajas está lejos de su alcance. "Es lo mismo que decir pan para hoy y hambre para mañana", manifestaba a principios de año José Luis Roig, fundador de la tienda de Discos Medicinales de Castelló.
Es por eso que en Vila-real el pequeño comercio ha protestado este sábado ocultando sus escaparates. En lugar de 'seductores' descuentos, lo que pueden encontrar los viandantes en sus cristaleras son carteles que apelan directamente al consumidor. "El consumo local te necesita"; "Imagines una ciutat sense comerç?"; "Así serán las calles sin comercios"; "El xicotet comerç dona vida a la ciutat". Estas son solo algunas de las frases que han copado casi 300 carteles repartidos en al menos 60 comercios de la ciudad, tal y como ha informado la secretaria de la Unión de Comercio de Vila-real (Ucovi), Teresa Esteve, a Castellón Plaza.
"Es una jornada reivindicativa porque el Black Friday no favorece de ninguna manera al pequeño comercio. La gente de Vila-real tiene que darse cuenta de que si no compra se cerrarán los comercios y se degradará el centro", afirma Esteve. Aun así, la también secretaria general de la Confederación de comerciantes y autónomos de la Comunitat (Covaco), reconoce que esta iniciativa comercial no es la única que está lastrando el futuro de las tiendas 'de toda la vida'. "El problema es que no se puede vivir siempre con rebajas, ya que estas ni siquiera están graduadas", afirma.
Los comercios permanecerán así, en "blanco y negro", como símbolo de protesta durante todo el sábado. No solo en el centro de la ciudad sino también en las afueras, con el fin de desacostumbrar a la sociedad a comprar únicamente en grandes franquicias guiados por sus competitivas ofertas.